Levantarme a las dos de la madrugada con un sentimiento que algo me hace falta, como si estuviera incompleto y roto. Siento un vacío dentro de mi pecho como si algo estuviera perdido, como si hiciera falta un año completo de mi vida. Es difícil saber que la persona que amas ya no se encuentra en tu vida.
Inconscientemente mi cuerpo manifiesta el dolor que yo tanto trato de reprimir. Secuestra mi paz durante el sueño y convierte ese momento de regeneración en un infierno dentro de mi cabeza. Terrores nocturnos que me recuerdan que de ahora en adelante estoy por mi propia cuenta.
Siento como si todos mis órganos internos fueron removidos y colocados de nuevo dentro de mi cuerpo en desorden. Mi corazón en mi garganta palpitando como nunca. Mis pulmones siendo aplastados por intestinos evitando que yo pueda respirar. Siento como la fuerza de quince cuchillos apuñaleándome una y otra vez por todo mi cuerpo.
Al final de toda esta historia, fue decisión de ella por sus propios motivos. Puede que no comparta sus razones pero le respeto esta decisión. No importa lo que haga o diga, yo ya no tengo vela en este entierro. Tan solo espero que sus decisiones no la atormenten durante la noche cuando se encuentre sola dentro de su cabeza.
R.A.Pastor
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