29 de enero de 2014

El Espejo Miente

** Las reflejos en este espejo pueden estar distorsionados por ideas socialmente construidas sobre la belleza**


El despertador suena e interrumpe aquel mundo de fantasía y perfección para devolverte al mundo cotidiano. La vida debe de continuar y ningún sueño es para siempre. Mientras buscas el reloj en un estado de semi consciencia deseas no levantarte de ese lugar. Miras el reloj y súbitamente tu mente sufre un golpe eléctrico y todas las tareas del día entran a convertirse en la cruda realidad. 

Caminas hacia el baño para empezar con aquel ritual de despojarte de la ropa en una forma torpe y desordenada. Entras a la ducha dónde el ritual del aseo se convierte en un momento de reflexión sobre la vida y la muerte. Lo efímero de un mundo terrenal toman sentido propio bajo las gotas de lluvia que caen sobre tu cuerpo desnudo. Sientes cómo cada músculo se relaja y entras en comunión con un reino extrañamente conocido. Inhalas paz mientras exhalas odio. Bajo esas gotas de lluvia el tiempo se detiene por tan solo un instante.

El primer paso hacia afuera siempre es el más difícil. Al salir miras tu reflejo ante el espejo. Todos los días la misma historia con finales diferentes, como abrir la caja de pandora cada mañana sin saber cuál será el resultado. El progreso de la historia es determinado por el ánimo con que despiertas. Algunos días irradias felicidad en otros supuras odio. Todo comienza con la primera mirada al espejo a ese cuerpo desnudo totalmente al natural.

Un día como hoy tan solo miras y detestas lo que ves, cada defecto magnificado y expuesto. Entre más cerca miras más pierdes la percepción de la realidad. Sientes como si cada una de tus fallas emergiera y que eras la única persona inocente que no sabía sobre esos pequeños detalles. Entre más miras más grandes se convierten esos defectos. Te miras ante un espejo distorsionado viviendo una ilusión creada por una sociedad que no perdona.

Espinillas que se convierten en volcanes, cicatrices que se asemejan más a desfiguraciones. Una silueta que entre más la miras pierde su contorno y cuando enfocas en una parte acumula más grasa de la que realmente existe. Una cara desproporcionada mezclada con un cuerpo sin forma definida. Cada vez que diriges tu mirada por el reflejo puedes escuchar una voz detrás de tus oídos guiándote hacia la próxima falla.

Tu peor enemigo vive dentro de tu propia cabeza. Te puedo asegurar que nadie es tan crítico y te odia tanto como tus inseguridades. Ese demonio que vive dentro de tu alma y se ríe cada vez que alguien te da un cumplido porque muy dentro tienes miedo que tan solo sea una mentira. Miedo de que todos los pensamientos que tienes sobre tu imagen alguien más los comparta.

La verdad es muy diferente con respecto a tu punto de vista. Mientras al espejo miras un monstruo yo miro una persona completamente hermosa. No digo que no tengas defectos sino totalmente lo contrario. Tus defectos son únicos y es lo que te define y me atrae tanto. La idea de perfección es simplemente buscar la belleza entre las imperfecciones y amar cada uno de esos detalles que convierten lo singular en espectacular.

R.A.Pastor

9 de enero de 2014

Cicatrices

Luego de cada batalla existen las secuelas. Victimas y sobrevivientes mirando la desolación causada por los estragos. Una vela se enciende por cada perdida y un réquiem se canta en honor de aquellos que no lo lograron. Cada persona tiene sus propias batallas con victorias y derrotas, nuestra vida se delimita a una constante lucha para sobrevivir un día más. 

Mi pelea fue una que nunca pensé poder sobre llevar. Meses de constante lucha contra mí mismo y los fantasmas de mi pasado. Heridas que permanecieron abiertas durante lo que se sintió como una eternidad. Caminando mirando hacia el cielo para no ver la sangre que brotaba de mis lesiones. Entre más alejaba mi mirada menos pensaba en mis aflicciones.

Comencé a soñar sobre un futuro mejor, una vida sin dolor donde pueda volar sin limitaciones. Que las cadenas de mi pasado no fuesen un contrapeso que me detuviera. Imaginaba sobre un momento en mi vida donde pudiese sonreír y sentir que la felicidad brotaba desde lo más interno de mi corazón. Quizá algún día todo cambie y logre llevar una orgullosa vida de veterano de mi propia guerra. 

Cuando menos me lo esperé bajé mi mirada para ver a mi abatido cuerpo para darme cuenta que las heridas ya habían cerrado. Aquello que me debilitaba se había convertido en marcas en mi piel. El agujero donde me habían arrancado el corazón estaba lleno de nuevo. Una cicatriz era la prueba de que lo peor ya había pasado. Ahora no miro hacia arriba esperando por lo mejor, sino coloco mi mirada hacia adelante para vivir mi presente de la manera en que me lo soñé.  

R.A.Pastor

4 de enero de 2014

Ella

Viendo las estrellas con una copa de vino tinto en mis manos entro en una encrucijada. Parte de mi mente no puede dormir, viviendo con un pensamiento que me roba el sueño. Tu sonrisa dibujada en mis memorias interfiere con el diario vivir. Por otro lado tan solo deseo irme a dormir, ya son tres noches seguidas que me despierto después de vivir un sueno sobre vos. 

Eras ese pedazo de cielo que nunca esperé, como aquel atardecer que pinta de naranja y rosa las nubes. Al igual que un cacho de luna asomándose sola por detrás de los árboles. Un par de ojos que cuestan olvidar y una boca que solo me inspira a pecar. Lo más interesante de todo es que ella despierta algo muy interesante dentro de mí. Su cuerpo, aunque perfecto, no es lo que más deseo.

Quiero introducirme dentro de su cabeza y navegar por un océano interminable. Volar entre sus pensamientos  y descubrir sus emociones debajo de cada hoja o con cada gota de lluvia. Quiero compartir tardes y noches hablando y riendo de estupideces. Quiero escucharla reír hasta que las lágrimas broten de sus ojos. Que su voz sea lo último que escuche antes de dormir y lo primero al despertar. 

No quiero sexo con ella, quiero todo lo que esté incluido. Quiero todo lo que precede, esos besos lentos que se convierten en besos apasionados. Acercando su cuerpo contra el mío, los besos en su cuello mientras sientes que su respiración se vuelve más profunda. Encontrar su piel con mis labios y dejar marcas en su piel blanca de los mordiscos. Sentirse uno al otro, y entonces el sexo.

Quiero tener esos momentos inigualables como fotografías en una galería de arte. Son esas ideas que me hacen perder el tiempo, perderme entre las formas de las nubes. Así paso mis noches pensando en ella, cuando probablemente al mismo tiempo, bajo el mismo cielo estrellado, ella pase tiempo con su novio. Quizá algún día no tan lejano una oportunidad se abra y logre ser protagonista de esa historia que tanto he imaginado.

R.A.Pastor