30 de junio de 2013

Aislamiento

Borra cada evidencia de tu existir.
Limpia las huellas al caminar.
Es hora del acto final.
Momento de desaparecer.

Volver a ese santuario sagrado,
ese dentro de tu corazón.
Aislar todo a tu alrededor.
Elimina al mundo externo.

Es el momento de sobrevivir.
El juego es la auto preservación.
Aquí estás a salvo.
O tal vez ellos estén a salvo de ti.

Las heridas sanan con el tiempo.
El sabor a sangre cansa mi paladar.
Nada quita mi dolor constante.
Todo empeora con el tiempo.

Mi cuerpo cansado y estresado.
Mis músculos están desgarrados.
Mi visión borrosa y pesada.
Mi respiración lenta y dolorosa.

Problemas de mi mente transformándose.
Atacando mi propio cuerpo.
Somatizando mi corazón roto.
Es hora de retirarme.

R.A.Pastor

23 de junio de 2013

Desolación

Aún recuerdo aquel amanecer que tuvimos juntos, el mar besaba nuestros pies y la espuma nos acariciaba las piernas. El sol emergía del horizonte y embellecía el cielo con sus colores pasteles. Nuestra piel se encontraba conectada por un sencillo abrazo, tan sencillo que fue el más perfecto y bello que he recibido en mí vida. En ese momento éramos uno solo, el tiempo se detuvo y tan solo existíamos como pareja. Jamás logré conocer un amor tan puro como el que sentía en ese momento, y creo que jamás lo sentiré de nuevo.

Todavía la imagen del momento circula en mi cabeza como si fuese ayer. Continúo reviviendo pedazos de mi pasado, situaciones que no se repetirán de nuevo. Nuestro amor se fraccionó en diminutas partes y nunca logramos colocarlas de nuevo en su lugar. Quise mantenerte en mi vida, sin importar del dolor que me causara quería seguir viendo esa sonrisa que me quitaba el aliento. Desgarraba mi cuerpo tenerte tan cerca pero tan lejos a la misma vez. Pero sufrir teniéndote era mil veces mejor que morir en vida sin tu compañía. 

Como una marcha entraron los pingüinos y su frío desolador, era un mal augurio del futuro por venir. Poco a poco todo aquello que compartíamos se miraba tan distante como aquel amanecer. Tus manos ya no producían el mismo calor y tus palabras herían como dagas en mi pecho. Ya tus dedos no se encontraban con los míos y los podía sentir resbalando de mi agarre mientras sabía que mirabas en una dirección distinta.

Te alejaste de mi vida. Rompiste la promesa que me hiciste. Te pedí que nunca me abandonaras y fue lo primero que hiciste. Al parecer eliminaste toda prueba de nuestra existencia, y borraste las memorias de nuestras aventuras. Olvidaste nuestro amanecer en la playa. Quería mantenerte junto a mí y lo que gané fue que me borraras de tu vida como un mal recuerdo o una pesadilla.

He perdido mi sonrisa en un lugar que tan solo existe en mis memorias. El calor del sol y el frío contacto de la lluvia con mi piel han perdido su gracia. Tan solo existo dentro de mi santuario, cubierto por mis cobijas. La comida ha perdido su sabor y mis vicios han perdido el sentido. El tiempo pasa y a mí nada me importa más. El presente no tiene sentido mientras lloro por el pasado. La vida ya no es vida mientras le pierdo el miedo a la muerte misma.

Dentro de mi cabeza el panorama asemeja un panorama destruido por la guerra. Ciudades en ruinas, escombros cayendo mezclando el polvo con la sangre derramada. Ausencia de vida reina en mi alma donde quedan los cadáveres de aquellos momentos que fueron asesinados en mi rostro. Un sentimiento de angustia y desconsuelo en mi corazón. Un mal sabor al saber que perdí lo que más amaba. 

R.A.Pastor

19 de junio de 2013

Interruptor

Enciende. Apaga. Inmediato.
No pienses. No sientas.
Desactiva todo.
Olvídala.

Golpea el interruptor.
Deja ir los sentimientos.
Libera el corazón.
Prohibido amar más.

R.A.Pastor

16 de junio de 2013

Blanco

Ella se encuentra recostada contra una pared, encendiendo su cigarro con su mano izquierda mientras su mano dominante se encuentra guardada en el bolsillo delantero de su pantalón de mezclilla. Su mirada se pierde en el baile que interpreta el humo en el aire formando giros y volteretas mientras asciende a un cielo nocturno sin estrellas visibles. La iluminación de la ciudad opaca la salida de las tímidas estrellas, quienes prefieren la soledad para salir a jugar. El humo del cigarrillo calienta su garganta y cosquillea sus pulmones que se encuentran hartos de respirar aire citadino puro.

Una inocente ceniza cae sobre su camiseta blanca, cómoda y sencilla con un estampado en color negro. Placentera y agradable como esa ropa que utiliza para dormir pero a la misma manera con tanta clase y estilo que la hace sobresalir de la multitud. La dualidad del blanco y negro combinan sutilmente con el tono de su piel, el color de su pelo ligeramente contorneado por la humedad, y con la profundidad de sus ojos negros que se encuentran perdidos en lo que ella considera arte de la naturaleza.

Su sexto sentido femenino le advierte de la situación a su alrededor. En la forma más tribal y primitiva, grupos de hombres se aglomeran para divisar el panorama. Solteros e infieles forman parte del ritual de apareamiento y buscan a la mujer más bella para iniciar su conquista. En el momento que ella vuelve a ver logra distinguir uno de ellos apuntando a su dirección. Mientras ella termina su cigarro, el joven se acerca hacia donde ella se encuentra y con una sonrisa le pide un cigarro para fumar.

El juego de la seducción había empezado, pero lo que el galán no sabía era que finalizó mucho antes de comenzar. Mientras el alardeaba de sus logros y sus conquistas, ella encendía otro cigarro. Las ganas de fumar eran mucho más grandes que las ganas de dejar a ese imbécil hablando solo. Sus palabras la repelían y comenzaban a hervir su sangre. Su orgullo de mujer temblaba de la ira poco a poco mientras escuchaba de nuevo las palabras dentro de su cabeza. Él sencillamente la deseaba por su físico, quería que formara parte de su colección de retos cumplidos para más tarde alardear sobre el tema.

Desafortunadamente para ella, fue la afortunada elegida por su belleza. Gracias a su genética ha tenido que soportar tratos deshumanizantes provenientes de hombres lujuriosos. Casi nadie buscando sobre su manera de pensar o su intrigante gusto musical. Sólo desean colocarla en la posición más odiada por una mujer, la de un trofeo por su conquista. Aquello que ella ha peleado años para no ser ridiculizada de esa manera de nuevo.

Él seguía hablando sobre automóviles y música electrónica cuando recibió una de las cachetadas más fuertes que ha sentido en su vida. Ella apagó el cigarrillo en el pavimento y caminó elegantemente hacia un destino desconocido. Con una sonrisa dibujada en su rostro había cumplido su cometido, no es suficiente rechazar a un idiota lujurioso sino que se le debe de humillar en frente de sus amigos. Así pensaría dos veces en tratar de nuevo a una mujer como un objeto, o por lo menos ella pensaba de esa manera.

R.A.Pastor

12 de junio de 2013

Mañana Oscura

El día amanece gris y oscuro, en las latas del techo suenan por el golpeteo de las gotas de lluvia. Sé que es de mañana porque el reloj me lo indica pero el sol se tomó un día libre y no muestra señales de aparecer. Mis cobijas enlazan mi cuerpo y lo mantienen preso en una cama que no desea que me vaya nunca más, suspirándome al oído lo cálido y cómodo que me encuentro. Soy un preso voluntario dentro de mi propio cuarto, mirando por la ventana no deseo moverme de este lugar nunca más.

Lo único que me motiva a moverme de este pedazo de comodidad es la posibilidad de verla un día más. No importa si llueve, truene o tiemble, si ella estará ahí yo deseo estar ahí también. Con su sonrisa ella ilumina hasta el día más oscuro y llena de felicidad mi cabeza. Es imposible no querer besarla cada vez que sonríe. Quiero perderme tardes completas en sus ojos castaños y acariciar su cabello de dos colores. 

Solo en pensar en ella y su rostro casi perfecto dibujan una sonrisa en mi cara y me hacen olvidar de la mañana oscura que me rodeaba. Eso es lo más mágico sobre ella, el poder que tiene para alterar mi realidad tan solo con una sonrisa dibujada en mis recuerdos. Es impresionante como una sola persona pueda cambiarte la vida sin siquiera darse cuenta, como simplemente se le puede mejorar el día oscuro a alguien solo con notar su presencia a la distancia. Si la ven, díganle que su sonrisa me enamora.

R.A.Pastor

9 de junio de 2013

Domingo por la Noche

Es un domingo en la noche y solo puedo pensar en una situación. Ese momento que involucra tu respiración mezclándose con la mía. Poder mirar tus ojos resplandeciendo en la oscuridad de la noche. Lo único que deseo en este momento es poder abrazarte y dormir con tu piel entre mis brazos. Que el perfume de tu piel me guíe al mundo de los sueños. 

Quiero despertarme con la luz de un amanecer y que lo primero que ilumine sea tu silueta vestida con mis camisas, las cuales te quedan un poco grandes pero igual resaltan la belleza de tus piernas desnudas. Aunque  tengas el cabello desarreglado ese olor a lavanda despierta mi nariz, arrastrando los labios y formando la primera sonrisa del día. No importa que sea lunes, no quiero que vayas a trabajar y te quedes conmigo aquí hasta que sea domingo de nuevo.

Lo único que quiero es estar contigo y vivir abrazados cientos de amaneceres juntos. Deseo besarte hasta que no logre sentir mis labios. Lo único que quiero es a vos. Cada noche te pienso a mi lado, mientras tú piensas en otra persona. Me encantas pero tu corazón y tus pensamientos le pertenecen a alguien más, y tal vez eso es lo que convierte esta noche de domingo tan solitaria y fría.

R.A.Pastor

5 de junio de 2013

Eres

Eres ese sentimiento de paz en un día libre, levantarse temprano y saber que el despertador hoy no sonará. Saber que puedes escapar al mundo de los sueños por un momento más mientras sale el sol. 

Eres ese viento frío de medianoche que acaricia mi piel mientras veo a las estrellas en el cielo despejado. La luna llena que alumbra el paisaje oscuro dándole a la ciudad un resplandor completamente diferente. 

Eres cada ola que revienta en mi espalda bajo el sol incandescente, la corriente del agua marina abrazándo mi cuerpo. Cada elemento en comunión con mi cuerpo. Aire, tierra, agua y fuego conectados a mi alma.

Eres la silueta de esa llama bailando sobre una candela iluminando una tarde donde la electricidad fue secuestrada súbitamente. La mezcla perfecta entre la danza de sombras y la tenue luz sobre mi piel.

Eres el olor a café recién chorreado en una tarde fría, el sabor en tu paladar y el calor bajando por tu pecho irradiando hasta la punta de tus dedos. Esa sonrisa que produce el contacto con mis labios.

Eres una manada libre de burbujas escapándose por el cielo celeste del verano, la risa de los niños que las producen. Aquellos tiempos de infancia de correr libres ensuciándose.

Eres esa foto en blanco y negro de una pareja joven feliz y enamorada. Llena de recuerdos y explicaciones de la pareja que celebraron décadas juntos y ahora disfrutan jugando con sus nietos.

Eres esa mascota que se sienta al lado en las épocas tristes, compañía constante brindando calor para el alma. Fiel amigo a cambio de nada, tan solo agradece el amor recibido.

Eres ese cigarro después del sexo, que relaja los músculos tensos de ese cuerpo sudado. La conversación con tu pareja mezclada con sonrisas y la manera en que se entrepierna para dormir.

Eres ese olor a tierra mojada después de la lluvia que te dejó empapado. Correr bajo la lluvia con una sonrisa en el rostro. El sol que aparece detrás de las nubes y el olor a tierra mojada.

Eres todas aquellas cosas que me encantan de la vida y más.
Eres lo que más me gusta en toda mi vida.

R.A.Pastor

3 de junio de 2013

Sirena Atrapada

Sentada junto a la ventana se encuentra viendo la lluvia, añorando el sentimiento del agua en su piel. Los charcos en el piso hacían brillar sus ojos verdes haciéndole recordar aquellos tiempos bajo el mar. Una sirena viviendo en medio de nosotros. Echando de menos el olor de la sal en el aire y el sonido de las olas a lo lejano. Ahora se encuentra confinada dentro de una jungla de concreto.

Callada deja salir una lágrima y se aleja de aquellas memorias de un pasado. La lejana historia de cómo una sirena sacrificó lo más valioso que poseía con tal de conocer un mundo prohibido. No era su pelo rojo cenizo que sobrepasaba sus pechos en forma de lágrima, ni sus labios rosados que escondían una sonrisa inmaculada hecha de las más finas perlas de los siete mares. Algunos apostarían que fueran sus ojos color verde esmeralda los cuales poseen el poder de producir las miradas más poderosas de todas.

Ella sacrificó su voz de sirena para probar ese mundo prohibido que tanto le llamaba la atención. Al fin y al cabo ella no necesita hablar para hacer caer a los hombres a sus pies. Su belleza era simplemente inmejorable, magnífica e insuperable. Su único defecto era el inexplicable deseo de aventura y felicidad, aunque muchos no consideran esto algo malo, ella sentía seducción por aquello que no podía tener.

Lo prohibido y censurable le otorgaba la sonrisa más grande de todas. De todos los hombres que caían a sus pies ninguno le llamaba la atención. Predecibles y monótonos con la misma canción que ofrecer. Todos menos uno. Un hombre distinto a todos los príncipes, el clásico antagonista de todas las historias. Sin su armadura ni su espada, lo único que cargaba era su guitarra la cual estaba en su espalda cubierta por su pelo largo. 

Ella limpia su lágrima de su mejilla, quiere volver a su hogar pero algo la detiene. Su propia búsqueda de aventura, de ese postre prohibido que tantas sonrisas le roba durante las noches. Ese hombre que probablemente la lastime como nadie más lo ha hecho, pero también puede que le dé el mayor placer que ella haya conocido.

R.A.Pastor