La vida ha cambiado, la opacidad ha tomado su reinado. El tiempo pasa y este nos arrebata todos un pedazo de nuestra vida. Los colores dentro de mis corneas poco a poco se estan desvaneciendo, la luz se esta apagando con cada mirada que doy. Me estoy hundiendo en una espiral infinita, cada vuelta y cada bajada significan un paso en retroceso de mi estado mental. Neuronas, ejercito infinito de capataces intelectuales y maestros malevolos. Neuronas que mueren cada dia, una muerte que toma su carga cada dia incrementando la taza de mortalidad. Como si se les extrajera la fuerza viviente con una pajilla. Secas, arrugadas y muertas. Un chasquido, un pequeno sonido de explosion que sucede entre mis orejas, cada segundo un sonido que invade mi psiquis, con el ritmo del reloj cada neurona comete su deshonroso suicidio, porque para ellas no es digno vivir dentro de una prision donde la vida ya no es vida. Un lugar donde las emociones fueron liberadas de sus contenedores y escaparon lo mas rapido que pudieron, sin mirar atras con miedo de volverse una estatua de sal. Tan solo fue el principio del fin, la calma antes de la tormenta. Se abrieron las puertas para liberar lo mas profundo de mi ser, todo aquello que guardaba con anhelo escapo a la primera oportunidad que tenia. Aquellos grandes temores que mantenia encadenados dentro de mi corazon se liberaron y salieron a flote para apoderarse de todo lo que tocaban, como grandes conquistadores no les importo la cantidad de dano que causaran con tal de lograr su meta de dominacion total. Los papeles se habian invertido, de pronto me encontraba encadenado en un cuarto oscuro. Los grilletes lastimaban mis munecas, gotas de sangre surgian de mis heridas, heridas causadas por mis desperados intentos de soltarme. Intentos fallidos. Es una noche de luna nueva y aquel cielo estrellado se encuentra oculto bajo un velo de nubes grisaceas. Tan solo pinceladas cubriendo aquel majestuoso cielo estrellado. Siento como mi piel se eriza con una helida corriente que acaricia mi piel. Al abrir mis ojos me encuentro en una pequena habitacion oscura. Una habitacion que ha sido invadida por un ambiente de penumbra y melancolia. La unica fuente de luz se encontraba dormida detras de aquellas tristes nubes. Los papeles se invirtieron. Ahora yo era el preso de mis miedos, cautivo dentro de mi mismo. La vida habia perdido su significado, no existe una razon pausible para determinar el porque ni el cuando y mucho menos el como. Tan solo los papeles se han invertido. Solia ser aquel hombre que tenia el control de su vida y sin importar el problema que enfrentase, el tenia una respuesta para todo. No importaba si eran gigantes con forma de molinos de viento o anguilas electricas jugando poker en un casino. Todo tenia su nombre y apellido, forma y detalle. Todo poseia un significado y se podia controlar y manipular para el gusto propio. Todo ha cambiado ya. El aroma tenue del cafe ya no es lo mismo de antes. Aquel veneno en forma de humo de cigarrillo ya no tiene el mismo efecto en mi ecosistema que tengo por cuerpo. La musica que tanto disfrutaba ha perdido su vida con cada nota que llegan a mis oidos. El suave contorno de tu cara se ha convertido en un vacio completo ahora que no estas. Las hojas que adornaban nuestra ventana, aquellas hojas doradas que bailaban para el sol han perdido su color, se han apagado por la triste idea de que ya no te encuentras mas con nosotros... La vida cambia. Mi vida ha cambiado desde que tu te fuiste, ya nada es igual y todo mi alrededor se empieza a marchitar. Tu irradiabas de vida mi existencia. Ahora que no estas poco a poco mi cuerpo se degenera, hasta llegar al punto donde prefiere morir a seguir sin ti. Al final, mi vida sin ti es tan solo una muerte lenta y sin emociones.
R.A.Pastor
