10 de diciembre de 2014

Sin Tapujos?

Estamos en una sociedad donde se pelea por la unión de parejas del mismo sexo, igualdad entre géneros y libertad entre razas. Es increíble pensar que hace menos de cien años las mujeres no podían votar ni las personas de "color" podían compartir el mismo baño que otra etnia. Haciendo retrospectiva se ha cambiado mucho con respecto a los años, pero ciertas cosas aun siguen persiguiéndonos como una mala deuda. 

No es algo que podamos hacer una revolución social, mucho menos podemos mencionarlo sin crear controversia. Correcto damas y caballeros, me refiero al sencillo hecho de que aun se esconde nuestra naturaleza sexual. Ese instinto que tiene cada ser humano, y disculpen la burda expresión, de juntarse por donde orinamos. El primitivo sentimiento de reproducirnos mezclado con la moderna sofisticación de disfrutarlo mientras lo hacemos. 

Me resulta increíble que aun existan personas que repriman sus deseos por el simple pensamiento de que dirán las personas si saben mis secretos sexuales. Y que si solo logras un orgasmo en la tina de tu casa con la potencia de la ducha? A quién realmente le importa si te exita que las relaciones en público? O quién te va a tachar de inmoral si disfrutas una posición diferente que no sea el misionero?

Vivimos muy centrados pensando sobre el pensamiento ajeno, nos olvidamos muchas veces de vivir nuestras vidas al máximo. Quizá y tan solo quizá si en una decisión unánime y colectiva decidimos liberar nuestros miedos y tapujos podríamos dejar salir la bestia que todos llevamos reprimiendo desde el momento que empezamos a sentir cosquillas en nuestras partes íntimas. 

Quién quita que aquella vecina mojigata termine dando consejos sobre el Kamasutra, o aquel hombre musculoso que sale a correr a cada mañana desea a una mujer que lo someta salvajemente. Nadie sabe, y el problema es que nadie lo expresa. Si hemos logrado un avance en la sociedad con respecto a la igualdad porque seguimos gozando en privado y criticando en público. Que tire la primera piedra el que sea libre de pecado, yo he estado en esa posición lo admito pero el cambio empieza desde uno mismo.

R.A.Pastor

17 de julio de 2014

Cassie's Honeymoon

It's hard thinking about the past when you are walking the streets of an old city as Paris. To think that a couple of years ago she was a hot mess without knowing the difference between self love and self destruction. Now she holds his hand, the prince in bright and shiny armour, the one who actually took the time to tear down every wall brick by brick. Now she calls him a husband, the future father of her kids.

Sometimes true happiness is something difficult to find. You spend all your life looking for it and when you least expect it comes and finds you. She is a living proof about this, she is now living her serendipity. Paris is now the witness of a story on the making. Let's join our hands and congratulate this new couple, we wish them only the best.

Happy Birthday Cassandra.

R.A.Pastor

4 de julio de 2014

Simple

Quiero cerrar la ventana y evitar que la luz entre al cuarto. Rayos de sol invasores que se inmiscuyen en ese cuarto tan pequeño, recordándonos que ya amaneció y es hora de continuar con nuestras vidas cotidianas. La vida está llena de muchos detalles, peculiaridades infinitas que convierten cada segundo en una experiencia única e inigualable. A veces son esos mismos detalles que le restan valor a la imagen más grande; entre más cerca te encuentres menos podrás apreciar el lienzo completo.

Son estos detalles que he preferido eliminar, simplificar mi forma de ser y disfrutar de lo más puro y esencial de la vida. Ya no me preocupo tanto por trivialidades del tiempo o del espacio. El futuro ya no tiene la misma importancia que antes, prefiero disfrutar de mi presente. Un presente que me invita a levantarme de la cama pero niego la propuesta con un sutil suspiro. Quiero quedarme un momento más acostado disfrutando de la compañía. 

Su pelo castaño claro le tapa el rostro, el cual la rescata de los invasores de luz que nos atacan tan temprano en la mañana. Aun puedo recordar su sonrisa pegada a su hermosa cara y como eso hacia brotar un sentimiento extraño dentro de mí. Yo pensaba que conocía sobre el amor y como se sentía. Ella me demostró que me encontraba totalmente equivocado. Ella eliminó muchos detalles innecesarios que complicaban el sentimiento; simplificó todo en mi vida y ahora realmente estoy muy cerca de la definición más pura de amor.

Como una taza de café viendo el atardecer o una tarde corriendo bajo la lluvia. Sin necesidad de efectos especiales o de grandes cantidades de dinero ella logró revolucionar el panorama. Ella trajo tranquilidad a un caos que parecía permanente y todo se volvió más simple. Suena increíblemente extraño, más saliendo de mi mente, pero ella logró cambiar la manera en que se ve la vida. No quiero continuar con mi día, tan solo quiero permanecer en cama junto a ella por más simple que parezca.

R.A.Pastor

31 de marzo de 2014

Lunes

El primer día de la semana. Los momentos de ocio se terminaron y es momento de volver a la rutina laboral. Ocho horas en un trabajo que se siente esclavizante y cada fibra muscular se tensa poco a poco para prepararse para el resto de la semana. Números y cifras vuelven a la vida después de desaparecer por el fin de semana. Hasta la cara del jefe que tanto odias dentro de esas cuatro paredes pero al final de la semana es quién invita a los tragos.

Cada minuto se vuelve más lento que el anterior y la percepción del tiempo se distorsiona hasta convertirse en una tortura psicológica. Todos comentan sobre sus aventuras de fin de semana con sus viajes y sus comidas exóticas pero al final todos vuelven a su pequeña jaula que le llaman cubículo a trabajar frente a una pantalla con un sistema operativo un poco obsoleto. 

Los descansos parecen no ser suficientes para poder disfrutar el amargo sabor de un cigarro duro y que la nicotina invada tu cabeza poco a poco. El almuerzo te hace pensar que ya casi termina el día pero es una sencilla ilusión ya que aún falta mucho por concluir. Papel tras papel y página tras página trabajas con la esperanza que simplemente se acabará pronto y podrás volver a tu hogar y disfrutar de un placer pecaminoso de cenar con una cerveza bien fría.

El reloj finalmente marca la hora de salida y una sonrisa de esperanza se marca en la cara al salir del edificio y camino a su automóvil, una sonrisa que pronto es borrada por el congestionamiento vial. Quizá no sea tan buena idea de que todas las personas salgan del trabajo a la misma hora. Pasar de un cubículo a un espacio más reducido como es el automóvil y estar atrapado por unas horas más suena como la cereza para terminar de decorar el postre.

Finalmente llegas a tu casa y poco a poco te quitas la ropa de trabajo, esa pantomima que no representa quién realmente eres. Vas a la cocina en búsqueda de esa cerveza bien fría y encuentras el premio de la noche. La razón de porque trabajas en un lugar que muy adentro odias y sientes que podrías estar haciendo algo mejor con tu vida. La razón de porqué la monotonía por más cruda y aburrida se vuelve tolerable al final de la jornada. 

Ahí se encuentra el amor de tu vida sonriente; esperándote con los brazos abiertos. Con el teléfono en la mano pidiendo comida china sin mariscos porque sabe que eres alérgico. A pesar de que el día haya sido el mismo que hace dos años atrás sigue preguntando cómo te fue. Se sientan en el sofá a ver televisión por un rato. Al final de todo, no importa lo que me pase, siempre volveré hacia ti.

R.A.Pastor

27 de febrero de 2014

Al Día Siguiente

Los rayos del sol se iban introduciendo poco a poco hacia el interior de aquel cuarto. Iluminando las paredes de color verde pastel, un par de atrapa sueños que se encontraban clavados y aquellos marcos con pinturas rústicas creaban reflejos de luz disparándose en todas direcciones. Uno de esos reflejos cayó directamente a su rostro, forzando que el abriera los ojos y se despidiera del sueño que tanto disfrutaba. Su cerebro no podía procesar la imagen que admiraba todo era desconocido y su primera reacción fue moverse para investigar sus alrededores. Para su sorpresa, alguien más se encontraba en la cama junto a él, una mujer de pelo castaño estaba en un profundo sueño centímetros junto a él.

Todo empezó la noche anterior en un bar de la capital, donde nuestro protagonista decidió escapar un momento de su vida cotidiana y desahogar sus penas con alcohol de la manera más macho chovinista posible. Conforme la noche avanzaba y los whisky doble en las rocas se multiplicaban, sus problemas parecían desaparecer mágicamente. De repente su ruptura amorosa ya no rondaba su cabeza, no sentía el juicio de sus padres en sus oídos ni la presión implícita de nunca ser suficiente ante los ojos ajenos. Cada trago borraba los sentimientos como el mar desvanece las huellas hechas en la arena. Poco a poco aquellos músculos atrofiados recordaron lo que era formar una sonrisa.

Eran unos pocos minutos después de la medianoche cuando sucedió. Una mujer de pelo castaño llegó al otro lado de la barra a pedir un coctel antes de seguir bailando. Se encontraba dentro de un vestido color azul marino que resaltaba sus curvas y unos tacones que realzaban sus largas piernas.  El contacto visual fue suficiente para encender la llama, y el nivel de alcohol en la sangre fue suficiente para proporcionar ese golpe de valentía. Él se levantó de su asiento y se dirigió hacia donde ella se encontraba, le propuso invitarla a un trago y un intercambio superficial de palabras. Pasaron los minutos y las horas, la conversación se tornaba cada vez más interesante. La tensión sexual entre ambos era tan densa que se sentía como un hierro presionando el pecho.

Ella miró su reloj y se percató de la hora que era, faltaban minutos para que cerraran el pequeño bar capitalino. Con una mirada juguetona le propuso que se devolvieran a su apartamento a seguir la conversación con un par de copas de vino. Ambos terminaron su trago y decidieron salir a esperar por un taxi, entre sonrisas decidieron fumarse un cigarro bajo la luz de la iluminación pública. Tan solo diez minutos después se encontraban en un pequeño apartamento de estudio. El decidió fumarse otro cigarro mientras ella servía las copas con un exquisito vino tinto con indicios frutales.

Él decidió dejar su cigarro encendido en el cenicero y la tomó de la cintura, le robó un beso cuando menos se lo esperaba. El vino podía esperar unos minutos más. En la pequeña cocina se encontraban los dos besándose, acariciando el cuerpo de otro y disfrutando de la compañía mutua. Quizá por la influencia del alcohol en el sistema de ambos o era el inminente destino que permitió que la pasión tomara posesión de sus cuerpos. Luego de eso la parte objetiva de su cerebro se desconectó y tan solo se dejaron llevar por sus instintos animales.

En un movimiento rápido se encontraban contra los muebles de la cocina y ella decidió sentarse sobre el desayunador mientras el exploraba con sus labios su cuello. Sus pequeñas manos rasgaban la masculina espalda deseando despojar la ropa que se interponía en el camino. Cada parte del cuerpo parecía tomar vida propia, sus lenguas permanecían jugando entre sí, mientras que sus manos buscaban descubrir la piel del otro. La ropa fue desprendiéndose poco a poco, aquel cigarrillo en el cenicero se acababa y las copas de vino trataban de igualar la temperatura del ambiente.

Pronto decidieron que no era el lugar apropiado para todas aquellas acciones poco pudorosas. Ella bajó del desayunador y decidió guiar el camino hacia la habitación. Mientras seguían jugando con sus cuerpos torpemente llegaron a su cama, ambos tan solo vestían su ropa interior. Una sonrisa se marcaba en el rostro de ella mientras se colocaba sobre ese cuerpo masculino semidesnudo. Un plan se gestaba en su cabeza mientras colocaba los brazos de él contra el respaldar de la cama. De la segunda gaveta de su mesa de noche sacó unas esposas y lo inmovilizó, para la sorpresa de ella a él le pareció una idea increíble.

Salió un momento del cuarto para volver con una bolsa pequeña con hielo y una candela grande color roja. Ella tenía planeado jugar con todos los sentidos, abusar del hecho de que se encontraba atado y no podía oponer resistencia. La piel se erizaba cada vez que el frío o el calor hacia contacto. Los minutos pasaban y ella disfrutaba el sentido del poder. Decidió dejarlo libre y fue cuando el control se revirtió.

Él decidió dejarse llevar completamente por su pasión, un cuerpo poseído por la lujuria y el desenfreno. Pieles juntas mezclando el sudor rozándose una con la otra. Durante horas disfrutando de la compañía del otro en algo que muchos llamarían hacer el amor, aunque el sentimiento esté ausente. Los vidrios de aquel pequeño cuarto terminaron empañados y los dos simplemente se desplomaron en la cama exhaustos y la sonrisa en el rostro de ambos cabe asumir que también muy satisfechos. 

El reloj marcaba casi las once de la mañana y el se encontraba en un lugar que no conocía, junto a una mujer que con costos recordaba su nombre. Decidió levantarse y dirigirse a la cocina, miró el cenicero junto al sillón y optó por encender un cigarrillo esperando que el humo pudiera aclarar sus pensamientos. Desnudo en la sala de una desconocida, un jueves por la mañana con leves ideas de lo que sucedió la noche anterior. Silenciosamente fue recogiendo su ropa que estaba esparcida por el piso del apartamento y se vistió sin despertar a la mujer de pelo castaño. Escribió en un papel "muchas gracias por anoche" y decidió salir del apartamento para nunca volverla a ver jamás.

R.A.Pastor

19 de febrero de 2014

Todo Sucede por Algo

Nada en esta vida está escrito, somos moléculas de carbono divagando por el destino. La historia se ha formado por eventos al azar con un propósito subyacente. Todo sucede por una razón en esta vida y lo más interesante es que entre más busquemos la respuesta menos la lograremos encontrar. Es como mirar una pintura desde cerca, algunos detalles resaltan más que otros pero el conjunto tan solo se puede apreciar de lejos.

Es interesante como los sentimientos nublan la mirada. Aquello que nace desde lo más adentro de nuestra alma, un instinto básico animal que nos acompaña desde el nacimiento. Fuerzas tácitas que emanan de tu cuerpo como si fuesen vapores invisibles. Bloquean tus sentidos y convierten tu mirada en un túnel con una salida distante. 

El odio que hace que tu sangre hierva en instantes, o el paralizante miedo que congela cada fibra muscular.  La felicidad que ignora cada detalle malo y su opuesto la tristeza que olvida inconscientemente las bendiciones. No podemos negar nuestra naturaleza animal, estamos hechos para sentir y para vivir. Pero a veces para alcanzar un plano superior debemos colocar estos sentimientos en pausa y pensar objetivamente.

Preguntas constantes en nuestra vida circulando la parte de atrás de nuestra cabeza. Interrogantes sobre momentos de nuestro pasado que no podemos cambiar. Instantes que marcaron nuestra alma y posiblemente dejaron una cicatriz en nuestros cuerpos. Cada uno tiene sus propias incógnitas que aparecen como un fantasma dentro de los pensamientos cuando se está solo. 

Tal vez solo seamos una agrupación de células divagando en nuestro paso por la vida. Tratando de buscar el control en situaciones que están fuera de nuestro alcance.  Los seres humanos deseamos ser la especie dominante y ansiamos el dominio sobre factores como el tiempo y el espacio. Señoras buscando evitar el paso del tiempo y hombres buscando devolver la vida a los que ahora descansan bajo la tierra. Corazones lastimados buscan rehacer aquella relación que murió tiempo atrás. 

Todo sucede por una razón en esta vida y muchas veces estamos muy cercanos en la situación para poder apreciar el motivo subyacente. El tiempo revela las razones en su momento adecuado, quizá cuando la herida ya está cerrada. Recordando el pasado uno abre el cofre de la sabiduría y la respuesta de todas las preguntas aparecen, quizá no en el momento que uno más desee sino en el tiempo en que es necesario.

R.A.Pastor

9 de febrero de 2014

Fries & Flurry

A dream ever since she was a little girl. Thinking about the wedding day dressed in all white, forming a family with the her prince charming. Having little human beings calling her mom and walking with them every step of their journey. Growing old watching the sunset in a rocking chair knowing that even though life is not perfect there was a group of people that called her being part of the family. Going to sleep every night embracing the fact that if that day was the last one it would be perfect.

Life past by and those dreams became bigger and larger. Reality struck and transformed those dreams into goals. Having a work that provides enough money to cover the necessities, studying and getting a degree, and last but not least find the love of her life. Someone who loves every defect possible and still wants to walk every step besides that person.

One thing let to another and before noticing she was in love. For a moment in time nothing else mattered, her thoughts were around that guy who made the world go around. Life is not easy, but with him everything can be tolerated. Like a roller coaster with ups and downs she stayed and became a team. 

One night when she was alone she realized that something was wrong. But not in a bad way, instead it was a weird feeling that something unexpected was coming. She was more sensitive towards situations that normally would not affect that much. Craving for meals suddenly appeared on a daily basis. Her monthly friend was missing in action, and every piece was starting to fall into place. 

The dream for a second became fear, insecurities popped into place. Doubts for the future and the hopes from a little girl started to shatter. It is an unknown territory, but every challenge is an opportunity to grow. The best is yet to come and her has everything to her favor to become the best mom that the world can see.

R.A.Pastor

6 de febrero de 2014

Reparar con Oro

Son los momentos como estos en los que me encuentro solo en mi cuarto mirando hacia el techo donde todas las memorias inundan mi cabeza formando un torbellino de remembranzas. Una mirada a ese pasado que me ha costado tanto superar. Historias de amor y odio que aun acechan mi corazón a pesar de que sucedieron hace mucho tiempo atrás. 

La luz del sol se inmiscuye entre las cortinas avisando que un nuevo día ha resurgido. Un cielo despejado y las aves silbando mientras vuelan libres por el aire. Hoy siento como que no deseo levantarme de mi cama y enfrentar la cotidianeidad de la realidad en la que vivo. No siento que tenga fuerzas para forzar una sonrisa donde no hay una. Entre más miro hacia el pasado más desvanece mi sonrisa y menos quiero levantarme de mi santuario.

Durante años he batallado contra mis propios demonios. Defectos de carácter e inseguridades que me acompañan cada paso del camino. Historias de corazones rotos y amargas experiencias que poco a poco han quebrantado mi alma en pedazos y han formado una densa pared entre el exterior y mi esencia. Protegiendo pedazos esparcidos por mi vida, como si estuviera armando un rompe cabezas tratando de unir los fragmentos a pesar de que las piezas no calcen más.

En el antiguo Japón, cuando las piezas de cerámica se rompían las maneras de unirlos eran con grapas en el exterior y los resultados no eran tan bellos como el original. Al ver el problema decidieron unir las partes rotas con una nueva técnica involucrando una mezcla de oro y adhesivos. Al final de la historia eran más buscados estos arreglos que las mismas piezas originales porque eran mucho más bellos aunque el diseño inicial no coincidiera.

Miro atrás en mi vida, muchas veces me lastimaron y me hirieron hasta el punto donde casi pierdo la esencia de mi ser. Admito que no ha sido un camino fácil y que en múltiples ocasiones he deseado rendirme. Poco a poco levanto los fragmentos de mi alma y la reparo lentamente, cada unión creada con oro haciendo que el producto final aunque diferente sea aun más bello que el original. 

Son momentos como hoy en los que mi memoria me traiciona y trae un torbellino de recuerdos pasados que crearon muchas heridas. Orgulloso de cada cicatriz que me hizo más fuerte y más resistente. Tal vez no sea el mismo de antes, pero cada experiencia me ayudó a crecer, madurar y convertirme en una mejor persona. Muchos fragmentos se rompieron durante el proceso pero ahora están juntos y unidos con oro haciendo el resultado más bello que antes.

R.A.Pastor

29 de enero de 2014

El Espejo Miente

** Las reflejos en este espejo pueden estar distorsionados por ideas socialmente construidas sobre la belleza**


El despertador suena e interrumpe aquel mundo de fantasía y perfección para devolverte al mundo cotidiano. La vida debe de continuar y ningún sueño es para siempre. Mientras buscas el reloj en un estado de semi consciencia deseas no levantarte de ese lugar. Miras el reloj y súbitamente tu mente sufre un golpe eléctrico y todas las tareas del día entran a convertirse en la cruda realidad. 

Caminas hacia el baño para empezar con aquel ritual de despojarte de la ropa en una forma torpe y desordenada. Entras a la ducha dónde el ritual del aseo se convierte en un momento de reflexión sobre la vida y la muerte. Lo efímero de un mundo terrenal toman sentido propio bajo las gotas de lluvia que caen sobre tu cuerpo desnudo. Sientes cómo cada músculo se relaja y entras en comunión con un reino extrañamente conocido. Inhalas paz mientras exhalas odio. Bajo esas gotas de lluvia el tiempo se detiene por tan solo un instante.

El primer paso hacia afuera siempre es el más difícil. Al salir miras tu reflejo ante el espejo. Todos los días la misma historia con finales diferentes, como abrir la caja de pandora cada mañana sin saber cuál será el resultado. El progreso de la historia es determinado por el ánimo con que despiertas. Algunos días irradias felicidad en otros supuras odio. Todo comienza con la primera mirada al espejo a ese cuerpo desnudo totalmente al natural.

Un día como hoy tan solo miras y detestas lo que ves, cada defecto magnificado y expuesto. Entre más cerca miras más pierdes la percepción de la realidad. Sientes como si cada una de tus fallas emergiera y que eras la única persona inocente que no sabía sobre esos pequeños detalles. Entre más miras más grandes se convierten esos defectos. Te miras ante un espejo distorsionado viviendo una ilusión creada por una sociedad que no perdona.

Espinillas que se convierten en volcanes, cicatrices que se asemejan más a desfiguraciones. Una silueta que entre más la miras pierde su contorno y cuando enfocas en una parte acumula más grasa de la que realmente existe. Una cara desproporcionada mezclada con un cuerpo sin forma definida. Cada vez que diriges tu mirada por el reflejo puedes escuchar una voz detrás de tus oídos guiándote hacia la próxima falla.

Tu peor enemigo vive dentro de tu propia cabeza. Te puedo asegurar que nadie es tan crítico y te odia tanto como tus inseguridades. Ese demonio que vive dentro de tu alma y se ríe cada vez que alguien te da un cumplido porque muy dentro tienes miedo que tan solo sea una mentira. Miedo de que todos los pensamientos que tienes sobre tu imagen alguien más los comparta.

La verdad es muy diferente con respecto a tu punto de vista. Mientras al espejo miras un monstruo yo miro una persona completamente hermosa. No digo que no tengas defectos sino totalmente lo contrario. Tus defectos son únicos y es lo que te define y me atrae tanto. La idea de perfección es simplemente buscar la belleza entre las imperfecciones y amar cada uno de esos detalles que convierten lo singular en espectacular.

R.A.Pastor

9 de enero de 2014

Cicatrices

Luego de cada batalla existen las secuelas. Victimas y sobrevivientes mirando la desolación causada por los estragos. Una vela se enciende por cada perdida y un réquiem se canta en honor de aquellos que no lo lograron. Cada persona tiene sus propias batallas con victorias y derrotas, nuestra vida se delimita a una constante lucha para sobrevivir un día más. 

Mi pelea fue una que nunca pensé poder sobre llevar. Meses de constante lucha contra mí mismo y los fantasmas de mi pasado. Heridas que permanecieron abiertas durante lo que se sintió como una eternidad. Caminando mirando hacia el cielo para no ver la sangre que brotaba de mis lesiones. Entre más alejaba mi mirada menos pensaba en mis aflicciones.

Comencé a soñar sobre un futuro mejor, una vida sin dolor donde pueda volar sin limitaciones. Que las cadenas de mi pasado no fuesen un contrapeso que me detuviera. Imaginaba sobre un momento en mi vida donde pudiese sonreír y sentir que la felicidad brotaba desde lo más interno de mi corazón. Quizá algún día todo cambie y logre llevar una orgullosa vida de veterano de mi propia guerra. 

Cuando menos me lo esperé bajé mi mirada para ver a mi abatido cuerpo para darme cuenta que las heridas ya habían cerrado. Aquello que me debilitaba se había convertido en marcas en mi piel. El agujero donde me habían arrancado el corazón estaba lleno de nuevo. Una cicatriz era la prueba de que lo peor ya había pasado. Ahora no miro hacia arriba esperando por lo mejor, sino coloco mi mirada hacia adelante para vivir mi presente de la manera en que me lo soñé.  

R.A.Pastor

4 de enero de 2014

Ella

Viendo las estrellas con una copa de vino tinto en mis manos entro en una encrucijada. Parte de mi mente no puede dormir, viviendo con un pensamiento que me roba el sueño. Tu sonrisa dibujada en mis memorias interfiere con el diario vivir. Por otro lado tan solo deseo irme a dormir, ya son tres noches seguidas que me despierto después de vivir un sueno sobre vos. 

Eras ese pedazo de cielo que nunca esperé, como aquel atardecer que pinta de naranja y rosa las nubes. Al igual que un cacho de luna asomándose sola por detrás de los árboles. Un par de ojos que cuestan olvidar y una boca que solo me inspira a pecar. Lo más interesante de todo es que ella despierta algo muy interesante dentro de mí. Su cuerpo, aunque perfecto, no es lo que más deseo.

Quiero introducirme dentro de su cabeza y navegar por un océano interminable. Volar entre sus pensamientos  y descubrir sus emociones debajo de cada hoja o con cada gota de lluvia. Quiero compartir tardes y noches hablando y riendo de estupideces. Quiero escucharla reír hasta que las lágrimas broten de sus ojos. Que su voz sea lo último que escuche antes de dormir y lo primero al despertar. 

No quiero sexo con ella, quiero todo lo que esté incluido. Quiero todo lo que precede, esos besos lentos que se convierten en besos apasionados. Acercando su cuerpo contra el mío, los besos en su cuello mientras sientes que su respiración se vuelve más profunda. Encontrar su piel con mis labios y dejar marcas en su piel blanca de los mordiscos. Sentirse uno al otro, y entonces el sexo.

Quiero tener esos momentos inigualables como fotografías en una galería de arte. Son esas ideas que me hacen perder el tiempo, perderme entre las formas de las nubes. Así paso mis noches pensando en ella, cuando probablemente al mismo tiempo, bajo el mismo cielo estrellado, ella pase tiempo con su novio. Quizá algún día no tan lejano una oportunidad se abra y logre ser protagonista de esa historia que tanto he imaginado.

R.A.Pastor