9 de septiembre de 2012

Almohada de Cemento

Él busca entre la basura por periódicos viejos aunque él no sepa ni leer ni escribir. No busca sustento para su alma, o nutrir su sed de conocimiento perpetuo, simplemente desea cobijar su cuerpo ante el inclemente frío de las noches. Tempestades que no perdonan y mucho menos tienen misericordia sobre la situación cotidiana. Abandonado por la misma ciudad que lo vio crecer, las calles donde antes jugaba con un balón ahora se hacen llamar su hogar. El sonido urbano es su único acompañante en las noches bajo los techos de negocios que ya están cerrados.

Trata de cerrar sus ojos y transportarse hacia un lugar completamente diferente, migrar hacia un paraíso que no conoce y dejar sus cadenas mundanas. Los pensamientos llegan a él como si fuesen mariposas flotando en el aire y así mismo él las espanta por su propia ignorancia. Acostumbrado a que en la ley de la calle el único requisito es sobrevivir y pensar no es realmente una necesidad. Vive en constante vigilia pensando que en cualquier momento podrá ser víctima de aquello que tanto desconoce. No desea dormir por el miedo a la muerte que acecha a la vuelta de la esquina. La paranoia ha carcomido su cerebro y ha dejado huecos donde se encontraba su alma.

Su ropa sucia es el testigo de todas las atrocidades que ha cometido contra su propio cuerpo. Esclavo de una adicción que nunca pudo mantener. Tratando de llenar un hueco con alcohol a pesar de que sabía que iba a ser imposible. Esa carne que antes fue el templo sagrado ahora yace tendido sobre el pavimento esperando ayuda de un dios que parece se olvidó de él. Ningún fármaco es lo suficientemente poderoso para poder librar la carga que lleva este hombre en sus hombros. Lo único que le queda por hacer es tan solo reposar su cabeza en esa almohada de cemento y esperar hasta que la muerte lo arrebate de su miseria.

R.A.Pastor

6 de septiembre de 2012

Forsaken

Es difícil poder describir el nudo que siento en mi garganta, mucho menos poder colocarle un nombre correcto. Es la suma de tantos factores alrededor mío formando un coctel negro que a pesar de su terrible sabor no puedo dejar de tomarlo. Siento que es completamente irrelevante si sigo destruyendo mi cuerpo o mi alma. Da igual ya que el sentimiento más fuerte dentro de todo este conjunto es la soledad.

Un abandono masivo por parte de cada pedazo dentro de mi vida en los momentos en que más apoyo necesitaba. Ese momento en el que uno desea gritar y desahogarse de sus problemas tan solo uno no encuentra ese hombro donde llorar. Sencillamente es enfrentar ese miedo que siempre ha habitado dentro de mi corazón y saber que se está convirtiendo en una realidad cada día más clara. 

No importa si elijo derecha o izquierda en mi camino de la vida, simplemente estoy solo con mi decisión. Al final aunque siento que nadie se interese yo se que estaré bien. No es la primera ni la última vez en la cual me siento abandonado por aquellos que me decían que me amaban. Tan solo tendré que seguir adelante aunque vaya a sangrar en cada paso que voy a dar solo.

R.A.Pastor

3 de septiembre de 2012

Reach Out

Engullido por la propia oscuridad que me rodea. El aire tenso y pesado dificulta la función de mis pulmones mientras trato de buscar la salida de este hueco infernal. Mi piel comienza a hiperreaccionar ante estímulos que mis sentidos antes ignoraban. El gélido ambiente eriza cada uno de mis cabellos y recorre mi cuerpo como si fuese una ventisca. Las sombras surgen del abismo para devorar mi alma y poseer cada fragmento de realidad dentro del tiempo mental.

Trato de escapar antes de ser consumido por los demonios que habitan dentro de mí ser. Peleo para permanecer a flote y tan solo buscar la luz que me mantenga fuera de mí mismo. Mi abatido cuerpo le resulta difícil dar una pelea decente. Cada cicatriz del pasado comienza a sangrar como si esa herida fuese abierta una vez más. Es simplemente un tormento que nadie puede comprender tan fácilmente, como todo el piso donde habitaba fue destrozado hasta dejarme sin cimientos para sujetarme. 

Mientras veo una luz a lo lejos simplemente emito un grito de ayuda esperando que alguien me pueda escuchar y rescatarme de mi agonía. Calor empieza a infundirse dentro de mi pecho y un sentimiento de paz es irradiado a mi corazón sabiendo que todo estará bien. La esperanza de que esos momentos de tortura se puedan acabar aunque fuese por algunos segundos era lo que mantenía a mi ensangrentado cuerpo peleando por seguir adelante. 

Para tan solo escuchar una frase dentro de mi cabeza. "Todos tienen problemas, por qué alguien te rescataría si no pueden salvarse ellos mismos?" Aunque tratara de ignorar esta frase, era completamente cierta. Al parecer mis pies fueron rellenos de plomo porque sentía que me hundía dentro de esa oscuridad. Me ahogaba dentro de mi propio dolor y lo peor de todo fue que sabía que no existía manera de escapar.

R.A.Pastor

1 de septiembre de 2012

Santuario

A puertas cerradas dentro de mi refugio personal dónde nada me lastima. Desearía que las paredes fueran reforzadas para mantener el infierno de mi diario vivir fuera de la percepción de mis sentidos. Los constantes gritos y discusiones adornan el ambiente nocturno y tiñen mi luna llena de sangre. Trato de evitar todo contacto con ese exterior que me destroza en pedazos. Pero el sufrimiento causado por aquellos tan cercanos es imposible de escapar. Me persigue hasta en mis sueños y deteriora mi mente al punto de un colapso.

Paredes de papel y palillos por puertas no son los suficientemente resistentes para mantener el dolor fuera de mi alcance. Para silenciar los gritos y lamentos muchas veces es necesario sumergirme en lo único que me ha mantenido cuerdo durante tanto tiempo. La música ha sido mi elixir desde que tengo memoria y me ha impedido entregarle mi mente a la locura.

Mi santuario se encuentra dentro de mi cabeza, donde nadie puede forzar su entrada. Un lugar donde trato de huir de todo el odio y resentimiento dentro de mi ser. Trato de bloquear mi exterior para encontrar el balance perfecto de paz y felicidad en lo profundo de mi alma. Mi lugar donde me refugio cuando siento que estoy solo y abandonado en este mundo y tan solo busco sanar mi ser.

R.A.Pastor