2 de octubre de 2016

Miedo

Llegó Octubre y eso marca la entrada de la primera tradición anglosajona a este país tropical, y disculpen si insulto al neoyorquino que vive atrapado en su cabeza o al californiano que está cercano de su corazón pero si no se han dado cuenta esto es Costa Rica y aquí no celebramos Halloween o el día de vestirse como perras y pensar que es aceptable solo porque es un disfraz. 

Creo que me desvié del tema principal muy temprano en la retórica y por eso les pido disculpas. Cómo decía antes, en estas épocas del año es costumbre de los círculos mediáticos presentar situaciones relacionadas con esta celebración, más que todo aquello que tiene que ver con miedo y terror. Cada fin de semana hay especiales de películas de terror sobre monstruos tratando de atrapar a la rubia, cuentos místicos sobre brujas y demonios o un poco más realista las historias sobre aquellos asesinos en serie quienes mataron personas comunes y silvestres como usted y yo.

¿Si yo les pidiera que definan la palabra miedo, cuántos de ustedes podrían hacerlo? Creo que todas las personas en algún momento de sus vidas ha sentido miedo, no importa que tan grande o pequeño siempre hemos estado en la escala. Pero no todos son tan hábiles en poder traducir el sentimiento en palabras, tengo que admitir que hasta a mi me cuesta y llevo escribiendo en un blog por 6 años. (Punto de humildad: El hecho de que escriba en este blog no significa que soy perfecto escribiendo).

La respuesta más común es que el miedo es lo que uno siente cuando está asustado, yo sé a mí también me explotó el cerebro cuando lo escuché. Para la generación de mis padres el miedo se origina al no poder proveer un núcleo familiar estable, fallar en proveer estabilidad y seguridad a las personas alrededor y no hay nada más doloroso que ver a sus hijos famélicos o maltratados por usar ropa de segunda. ¿Qué pasará con mi vida si nunca me caso?

Para mi generación el miedo surge de no ser nadie en esta vida y no causar un impacto en aquello que nos apasiona. Como nuestros padres lucharon para asegurar nuestra estabilidad ahora nosotros buscamos proveer un sentido mayor fuera de nuestro núcleo familiar. Cualquier persona de mi edad está llena de ambiciones y sueños pero de igual cantidad están saturados de miedos y terror. ¿Qué sucedería si llego a ser viejo y no logré mi sueño? ¿Qué pasará cuando me de cuenta que ya no tengo energías para pelear por lo que pienso que es correcto?

La definición del miedo siempre va a ser igual, ya que está incrustado en nuestra forma de ser. El miedo es un mecanismo de defensa creado por el cuerpo para prepararnos de situaciones que pueden lastimarnos. Lo variable siempre serán esas situaciones a las cuales les tenemos miedo, y durante todo este mes escribiré sobre esas situaciones que hacen que se nos erice la piel y los escalofríos recorran nuestra espina dorsal. Quizá no sea muy entusiasta de los disfraces provocativos (mentira si me gustan) pero de lo que si soy fanático es de hablar sobre estos temas.

R.A.Pastor

29 de septiembre de 2016

29-9-16

Ella trataba de leer pero le estaba costando concentrarse en lo que leía, las palabras en el papel no estaban calzando unas con las otras. Sabía lo importante que era terminar de estudiar la materia de la universidad pero su mente se encontraba a kilómetros de distancia de las páginas del libro. En un momento su cabeza comenzó a divagar en el tema que tanto la estaba distrayendo y en el momento que cerró los ojos pudo imaginarse su respirar en el cuerpo de ella.

Lo que pasaba es que ella había conocido a alguien que la cautivó, desde su forma de hablar hasta la manera como él se vestía. Normalmente la gente hablaría de amor pero esto aun es muy prematuro como para encasillarlo en un sentimiento tan fuerte. Por el momento era atracción pura, ese impulso de retornar a lo más básico de la interacción humana. Solo podía recordar sus ojos color café y como notaba su mirada en todo su cuerpo y sabía que los pensamientos eran recíprocos.

Maldita sociedad machista que creaba esas voces detrás de sus oídos diciéndole que tenía que esperar a que el hombre hiciera el primer paso. Ella solo pensaba en esos momentos en que él hablaba y se perdía en sus labios, deseando pegarlo contra la pared y callarlo de un beso; quizá eso era lo que se requería para poder empezar todo bien. Un beso no era suficiente para ella y de tan solo imaginárselo su piel comenzaba a calentarse y su respiración se volvía más profunda.

Su mente se sometió a su cuerpo y por fin decidió cerrar el libro aceptando que no iba a avanzar más si seguía pensando en él. Sentía como su corazón quería escaparse del pecho y su imaginación comenzó a crear imágenes que claramente no la iban a ayudar a calmarse. Cerró los ojos y solo imaginaba como arañaba su espalda y jalaban de su pelo mientras susurraban cosas sucias al oído. 

De repente un sonido en la calle la sacó de su trance e interrumpió el momento especial dentro de su cabeza. Ideas empezaron a inundar su realidad mientras sentía ese calor en sus muslos disiparse. ¿Por qué no ha dado el primer paso? ¿Será que el no está interesado o quizá ella le esta ladrando al árbol equivocado? Muchas interrogantes en su cabeza que no podían ser contestadas en el momento pero a la misma vez se podía notar que fue encontró una respuesta a todos sus problemas.

Al final la sociedad machista no iba a darle más que tardes en su cuarto pensando en las infinitas posibilidades y sentimientos reprimidos. Al final qué importa si la gente no simpatiza con las acciones que vaya a tomar, no importa mucho lo que terceros piensen sobre la situación. Decidió mandar todo a la mierda y tomar su celular, respiró profundo y mientras exhalaba se encontraba escribiéndole un mensaje invitándolo a salir por unos tragos esta noche. 

La mejor manera para poder solucionar todas esas preguntas y convertir su imaginación en realidad era lanzándose a ciegas esperando lo mejor. No pasaron dos minutos cuando su celular vibró, ella ansiaba ver que decía el mensaje pero a la vez tenía miedo del fracaso. Su respuesta fue sencilla y al punto: "No creo que pueda salir hoy, no tengo mucho dinero para ir a un bar pero si querés podés venir a mi casa y vemos unas películas." Por experiencias propias ya todos ustedes saben como termina este relato.

R.A.Pastor

25 de septiembre de 2016

Adicción al Estrés

Tengo que admitir que algo que heredé de mi padre es la adicción al trabajo, o quizá sea una conducta aprendida durante los años de verlo trabajando fines de semana y que el termino vacaciones fuera realmente un premio. Nunca dije que fuera algo bueno o malo, pero creo que no es tanto adicción al trabajo sino al estrés. ¿Cómo así que no me creen que eso sea posible? Piénsenlo por tan solo un instante, biológicamente el estrés es una de las maneras en que la adrenalina se libera al torrente sanguíneo y quizá no sea tan súbito como tirarse al vacío pero es suficiente para que tu cuerpo se convierta en dependiente.

La verdad es que el estrés siempre ha sido un veneno camuflado como medicina ayudándome a calmar mi mente distraída e híperestimulable, dándome una meta falsa mezclada con un par de voces internas diciéndome que no hay tiempo para nada más y que tengo que enfocarme en lo que tengo que hacer. El estrés es como ese pequeño sirviente que te alista líneas de cocaína y te las pone en la nariz para que inhalés. Como todo discurso anti-drogas tengo que reiterar que nadie te está forzando a estar estresado, tristemente es decisión propia.

Como si estuviera al final de un largo túnel, cada persona estresada tiene un premio en el horizonte y le llaman vacaciones. Simplemente tiempo libre para poder hacer todo aquello que normalmente no pueden hacer por limitaciones de tiempo o espacio. Muchas personas tienen planes enormes para esas vacaciones como viajes a lugares que no conocen, o una búsqueda interna del significado de la vida. Para mi vacaciones siempre significaba desperdiciar mi tiempo. Se los juro que no estoy loco. 

Normalmente vacaciones significarían ir a hacer algo diferente desde plasmar todas mis ideas en este blog, construir un mueble para mi cuarto, cocinar algo diferente o inclusive una de las cosas que más detesto como hacer ejercicio (un día les contaré más sobre eso). Vacaciones es una tortura por tener tantas cosas en la cabeza que hacer con tan limitado tiempo que al final resulta en prender la televisión y encontrar un programa que logre callar a todas esas ideas. Cuando logro recuperar la noción del tiempo me doy cuenta que ya es muy tarde para realizar todo aquello que deseaba hacer. Al final sigo buscando un programa hasta que sea lo suficientemente tarde y decida masturbarme para poder conciliar el sueño. (Consejo gratis para todos los que tienen insomnio como yo)

Bueno aprovechando que las mentes puritanas que piensan que los escritores son asexuados ya se fueron podemos continuar. Dado a un reciente cambio en mi vida laboral ahora me veo sumergido en unas vacaciones perennes o por lo menos hasta que decida moverme. Lo cual me lleva a una situación incómoda porque resulta que no tengo mucho que hacer ahora que tengo el tiempo libre para poder hacerlo. Esa adicción al estrés me está gritando al oído entrar a cualquier trabajo solo para seguir alimentando al monstruo. Una parte de mí está empujándome a hacer todas las cosas que antes no podía hacer mientras que el resto de mi ser está pidiendo un descanso y tiempo para poder admirar todas las cosas en mi vida que por estar tan ocupado no he podido ver.

Nota del Escritor:
Si tan solo supieran la cantidad de tiempo que me tomo escribir este par de párrafos, y no es por falta de ideas sino por lo disperso que puedo ser. Espero que esto marque un retorno a escribir más constantemente en el blog, y también les pido su ayuda y colaboración. No les voy a pedir dinero, aunque francamente si me lo ofrecen no lo negaría, pero si les pido su apoyo en temas sobre qué escribir sino también compartir lo que escribo si piensan que vale la pena. Uno de los mayores problemas modernos es que el arte gratis no lo apreciamos pero si tiene un valor buscamos la manera de piratearlo para tenerlo gratis y apreciarlo sin dañar el bolsillo.

R.A.Pastor

19 de junio de 2016

Padres

Es interesante ver la evolución con el tiempo y pensar que la primera entrada de este blog fue hace seis años como una fuente para canalizar mi odio sobre el día del padre. Aún puedo sentir mi frustración en cada palabra pero ya no lo comparto. Quizá después de tanto tiempo me he dado cuenta de esas pequeñas acciones que al final son las que tienen un verdadero valor. Hace seis años seguía con una mentalidad de adolescente pretendiendo que las cosas iban a caer del cielo tan solo porque yo las pedía.

Muchas personas están celebrando el día del padre y pensando en todos esos momentos valiosos que compartieron con una figura paternal. Los recuerdos que se me vienen a la mente no es cuando mi papá me dio regalos ostentosos ni grandes celebraciones, sino al contrario pequeños detalles en el diario vivir para demostrarme que él estaba ahí en las buenas y en las malas. No quiero que me malentiendan, no quiero decir que no estoy agradecido por lo que se me ha dado pero para mi tiene más valor sentarse a tomar café cuando quería desahogarme, lavarme la ropa cuando sabía que tenía tantas cosas en mi vida que no podía sacar tiempo para mi mismo o inclusive traerme comida de gordos sabiendo que había terminado una relación que significaba mucho para mí.

Miro en el espejo y me pregunto si yo seré la mitad de buen padre como el mío. Hasta este momento estoy seguro que no voy a ser padre pero entre mis amigos veo más casos de personas esperando un bebé o inclusive dándoles un abrazo. Para todos aquellos hombres que recibieron la noticia y decidieron quedarse para hacer un mejor futuro para esa persona no tengo más que puro respeto. Ustedes se han puesto a pensar cuanto puede costar tener un hijo en estos días, teniendo en consideración pañales, ropa, comida, proteger la casa para evitar un accidente, el pediatra y sus clases de estimulación temprana. Más importante los sacrificios y el cambio de vida que una persona tiene que conllevar para poder lograr ser un buen padre. 

Desde aquel padre con tatuajes en su cuerpo de sus héroes favoritos trabajando como una bestia para poder asegurar que su hijo sea una persona bien educada y con valores como el los tiene. Para que algún día ese niño se divierta llenando con marcadores los espacios entre su piel sabiendo que tiene un guerrero protegiéndolo a cada paso que va. Pasando por el otro padre que cambio su filosofía de trabajo para reflejar la alegría que tiene dentro de su corazón, ese niño en cuerpo de adulto que quiere compartir sus juguetes con su próxima persona favorita. Tan meticuloso que desde su nacimiento quiere compartir sus pasatiempos y tener un compañero en cada aventura por la galaxia.

Ambos querían tener hijos en un futuro pero el destino decidió que era momento para que alguien los llamara padres. Que fuera una sorpresa no le resta importancia a ninguno de ellos, al contrario les hace ganar más valor y honor al mantenerse al lado de ese vientre que cada semana va creciendo. Durante esta vida siempre he tenido una gran admiración a mi padre por todo lo que ha logrado pero ahora soy feliz de ver personas junto a mi empezando un viaje eterno a la felicidad. Para mi padre y todos aquellos que decidieron quedarse a pesar de la adversidad levanto mi copa y brindo por lo mejor.

R.A.Pastor

3 de mayo de 2016

Todo por su nombre

Creo que es hora de llamar las cosas por su nombre, y no me estoy refiriendo a pipí y caca. Aunque me parezca un tema increíblemente interesante existe una verdad que todos estamos ignorando, las enfermedades psiquiátricas no son un chiste o términos para usar a la ligera. Si están esperando un chiste o algo divertido por qué no se lo preguntan a esa hermosa joven de ojos verdes que lo único que piensa es como combatir los deseos de suicidio que la atormentan día a día.

La única persona que inventa tener una patología es aquel que está buscando una incapacidad médica, pero no se han preguntado realmente si lo que sienten es de verdad la definición de la patología. Como por ejemplo, su servidor confundía un dolor de cabeza con migraña y lo usaba de excusa para escaparse de socializar con la gente y con una pastilla común y silvestre esa migraña desaparecía. Hasta que un día realmente experimenté una migraña, sentir que dos balas de escopeta me rompieran el cráneo cada tres segundos y como algo tan inofensivo como la luz quemaba mi retina y cocinaba mi cerebro como huevo en un sartén. Adivinen qué pasó después de eso, nunca más volví a usar mal el término de migraña incorrecto en mi vida y me vi forzado a socializar de nuevo.

Las personas no saben lo que significa estar deprimido, y no es un me siento triste porque no tengo dinero para salir con mis amigas, es más como un químicamente mi mente se apagó y perdí la fuerza para hacer las cosas que me hacen feliz. Suena un poco dramático lo sé, pero no le resta la importancia a la ecuación. Las personas que se sienten así no lo hacen para llamar la atención, y tener decenas de comentarios en las redes sociales preguntando que es lo que pasa con un me gusta desinteresado.

Puedo hablar del tema porque yo también he sufrido por esto, y lamento decepcionarlos queridos lectores pero yo no soy perfecto y lo tengo muy en claro porque las propias voces en mi cabeza me lo recuerdan constantemente, Después de terminar una relación de más de dos años y ver a esa persona feliz con alguien más mi cuerpo fue apagándose poco a poco. No fue divertido el hecho de que solo quería dormir para que el tiempo pasara o tener ciclos destructivos entre atracarse y privarse de comer. 

Quizá esto nunca se lo he contado a nadie, pero la única razón porque en esa época no me suicidé fue porque mi orgullo no me permitía ser esa persona que se quitó la vida por una mujer que yo mismo le rompí el corazón. Nunca mencioné que el pensamiento de quitarme la vida era presente a cada momento y lo único que buscaba era quitarme ese peso de encima. No fue fácil tengo que admitirlo, el primer paso fue buscar ayuda profesional y me forcé a cambiar mi vida completamente con tal de salir de un hueco que me consumía.

Encerrado en nuestro cráneo puede estar nuestro peor enemigo, ese que susurra frases destructivas y causa una avalancha de sentimientos negativos. Pánico no es esperar que a tu novia, o desconocida sin título no voy a juzgar, te avise si ya tiene la menstruación después de sexo sin protección. Eso se llama estupidez primero que todo, niños y niñas siempre protéjanse al tener relaciones, pero volviendo al tema eso no es pánico, se llama estrés.

Puedo decir que nunca he experimentado el pánico de primera mano, pero si he sostenido manos de gente deshecha por el sentimiento. Un miedo irracional que sube por la espina dorsal e infecta cada neurona imposibilitando las acciones. Todo comienza desde esa pequeña voz dentro de la cabeza recordándote que las cosas no están bien y gradualmente ese susurro termina siendo gritos internos tan duros que no se puede escuchar el exterior. He visto personas increíbles comportándose como muertos en vida por la medicación contra la ansiedad, individuos que prefieren tener una vida calmada y monótona a sucumbir ante el terror que existe dentro de su mente. Cada vez que usás la palabra pánico incorrectamente estás insultando a esas personas que son víctimas dentro de su cráneo.

De la misma manera pasa cuando llamás a una mujer bipolar cuando esta en su ciclo menstrual, y soy el primero en admitir que nosotros hombres somos peores y más chineados cuando estamos enfermos. Entiendo que el proceso de sangrar por los genitales y toda la fisiología que conlleva sea complicado pero eso no justifica llamar así a una mujer. Si no entienden bien el termino de transtorno bipolar los invito a que lean el manual de diagnostico de desordenes mentales o por lo menos el resumen ejecutivo en Wikipedia.

Creo que al final lo que quiero decir es que al definir algo erróneamente le estamos quitando importancia a las experiencias de las personas que si están sufriendo eso. Quizá sea algo pequeño pero poco a poco podemos cambiar cosas que son de gran importancia para esas personas. Nadie anda por la calle con una camiseta con todos los padecimientos que tienen pero cosas tan pequeñas como escuchar y no juzgar antes de tiempo pueden ser la diferencia. Esto lo escribo para todas esas personas que ahora están batallando sus demonios, tan solo no se rindan en la batalla. Ustedes no son víctimas sino luchadores y a pesar de que ahorita sientan que no se puede, créanme hay luz al final del túnel.

R,A.Pastor

2 de mayo de 2016

Prólogo

Se siente muy extraño volver a escribir después de meses sin actividad. Un sentimiento de nostalgia invade mis dedos, sabiendo que poco a poco el óxido empieza a caer sobre mi teclado. En mi mente miles de ideas corren a la misma vez y tengo la necesidad de escribir todo lo que pienso pero mis reflejos no son lo suficientemente rápido. Hasta donde tengo entendido no puedo hacer frases libres de calorías como Coelho o rimas pretenciosas y forzadas como Arjona, y entre nosotros tampoco es como que quiera hacerlo.

A la misma vez entiendo que solo soy un hombre sentado en su cama con las intenciones de reinventar la palabra y modificar la percepción que tiene el mundo para moldearla más a lo que perciben mis ojos. En una mano tengo a un café mal hecho, y públicamente lo admito me cuesta hacer café, y en la otra mano tengo a un mundo lleno de oportunidades y temas para explotar y dar mi opinión invaluable y codiciada por los cuatro gatos que leen este blog. Calma no se ofendan, estoy agradecido de que tomen cinco minutos de su tiempo para leer parte de mis pensamientos pero a la misma vez me encantaría que más gente leyera lo mismo.

Para mí volver a escribir no significa un conteo de visitas en un blog, mucho menos exposición en redes sociales dónde la gente dice que le gusta algo que con costos le sacó una sonrisa. Yo escribo para liberar el alma y despejar mi mente. Entiendo que eso suena como mucha mierda pero algo que he aprendido durante este camino de la vida es que no me importa mucho lo que piensen de mí. Eso será un tema para otro momento, es una promesa. 

No soy el único al decir que la vida no ha sido fácil, y que probablemente muchas veces queremos tirar la toalla y mandar a todos a reproducirse violentamente con un cactus, bueno ahora que lo pienso quizá solo sea yo el que diga eso, pero todos tenemos esos momentos. Cada persona tiene su manera en particular para desahogarse y evitar que asesinen a alguien más. Algunos lo expresan con arte, tocando la guitarra o pintando paredes con aerosol mientras se quejan del regimen consumista que los oprime y corren con sus botas negras extremadamente caras para mi billetera. 

Otras personas usan adiciones para sentirse mejor, solo es necesario darle la vuelta a la ruleta de cosas que te gustan mucho y el secreto es explotar esa acción de una manera poco saludable hasta que tu cuerpo o tu voluntad necesiten una dosis constante para poder ser feliz. Ahora que lo escucho con otro tono, suena un poco cruel y crudo pero esa es la realidad. Desde un amante hasta las drogas, pasando por comida y juegos de asar, sin olvidar dar vuelta en el perfil de tu ex novia que te fue infiel y por la calle de compras excesivas e innecesarias para existir. Confíen en mí, lo dice un adicto que se miente a si mismo diciendo que ya paró de fumar y que los kilos extra que tiene se pueden bajar sin ejercicio. Bueno creo que este es el momento donde olvidan lo que acabo de decir y volvemos un poco al tema principal.

Yo escribo porque me permite vaciar mi mente de todos esos pensamientos tóxicos y silenciar esas voces internas que no ayudan a nadie. Escribo porque tengo la esperanza de que la vida de una persona cambie por leer algo que yo produje y más importante escribo porque me gusta ese sentimiento después de publicar algo. Ahora que lo pienso, escribir es mucho como el sexo, exceptuando la parte donde sudas mucho y hay una persona gritándote en el oído mientras te araña la espalda, cuando todo termina tu cuerpo se llena de placer y sientes momentos de paz porque todo el resto del mundo no importa. De la misma manera, cuando no haz tenido sexo por mucho tiempo, todo se acumula hasta el punto en que piensas mucho sobre eso. Mi único miedo es que después de no escribir por mucho tiempo, lo que dure sea muy poco y hayan personas que no estén satisfechas por mi rendimiento. 

R.A.Pastor

4 de enero de 2016

Capítulo 3: Adicción

Era el primer Lunes después de Año Nuevo y las personas ya estaban regresando al trabajo luego de dos semanas de vacaciones obligatorias y reuniones familiares forzadas. Más importante aún, ha pasado más de dos meses después del incidente de Noche de Brujas y su cuerpo lo sabía. Sus dedos tiemblan y sudan mientras piensan en la textura de la sangre corriendo por sus manos. Su respiración se exalta y su mente se pierde entre sus recuerdos de aventuras retorcidas.

Escucha un chasquido dentro de su cabeza y siente su sangre calentarse un par de grados. Ésa era la señal que el necesitaba y el presagio divino para empezar la cacería. Con sus presas anteriores, tomaba su tiempo y estudiaba sus patrones, sabía en que momento salían y entraban de sus hogares, cuales rutas frecuentaban y observaba durante días hasta tener el plan perfecto para salirse con el crimen. Sentía que un día como hoy iba a ser diferente y que todo ese proceso consumía mucho tiempo potencial de diversión. Hoy era su noche de suerte y sabía que iba a ser la primera de muchas.

Agarró las llaves de su automóvil y decidió tomar rumbo a tierras ya conocidas, en caso de que algo no sucediera como lo planeaba ya conocía las calles donde podía perderse y pasar desapercibido. Sin pensarlo y como si su cuerpo lo estuviera dirigiendo terminó en la misma calle donde raptó a su última presa. Tan solo pasar por la misma calle evocaba las memorias de esos gritos que tanto le causaban placer, cómo si fuera una inyección de adrenalina su parte racional se desconectó y su instinto animal surgió.

A unas cuadras encontró a su siguiente víctima, una mujer de metro sesenta de altura, pelo castaño, de una contextura gruesa y su figura no era tan firme como le gustaría pero en momentos como estos no se puede dar el lujo de pasar una presa completamente ignorante de sus alrededores. Repitiendo el mismo procedimiento, se detiene junto a ella y le apunta con su pistola invitándola cordialmente a un paseo en el cajón de su auto. 

La parte más difícil había terminado, nadie se había dado cuenta de lo que había sucedido. Otro rapto perfecto y simplemente era cuestión de cosechar un día fructífero. Colocó un disco en su reproductor para disimular el ruido que producía su víctima, a pesar de que esos gritos de desesperación y angustia le producían una erección no podía darse el lujo de que cualquier persona notara los extraños sonidos. Alrededor de veinte minutos se iba encontrar en su camino abandonado en la montaña, donde nadie nunca se molesta a revisar los pastizales, lo que él consideraba el lugar perfecto para un crimen.

Veinte minutos parecía una tortura, deseaba llegar más rápido para poder saciar su adicción. Sentía como cada una de sus células quería llegar a su destino lo más antes posible. Entre la mezcla de la música pesada y adrenalina en su cuerpo con un falso sentimiento de suerte deciden hacer un cambio a los planes originales. Con tal de llegar al destino más rápido decide ir por la autopista, con eso acortaría el viaje a la mitad y podría disfrutar de su víctima lo más rápido posible. 

Baja las ventanas y decide pisar el acelerador, disfrutar del viento en su rostro mientras se apresura a su destino. Su mente ya se imagina el sabor de esas lágrimas de desesperación y su boca empieza a inundarse de saliva. En su idealización del futuro, no le pone atención a la velocidad que lleva ni mucho menos a la patrulla que acaba de pasar. En su mente solo pensaba en ese bocadillo de medianoche para poder volver a su cama con su monstruo interno en paz.

De repente unas luces fuertes lo sacan del trance, piensa que iba en en carril equivocado y que casi chocaba con un carro de frente pero se equivocó. Las luces no venían del frente del automóvil sino del espejo retrovisor. combinaciones de rojo y azul que solo podían significar una cosa. En su mente retorcida esto solo significó un aumento en la intensidad de la situación, más felicidad  y pasión para terminar una noche. Si lograba dejar a la policía detrás sería el símbolo máximo de conquista e invencibilidad, nadie más podría tocarlo si esto sucedía. 

Pisó el acelerador y pretendió como si no hubiera notado las luces, a respuesta de esto la patrulla decidió hacer lo mismo y comenzar la persecución. Los segundos se sentían como largos minutos y a pesar de la velocidad se sentía donde el tiempo se congelaba. Fueron tan solo fracciones de segundos donde todo sucedió.

La patrulla logró ponerse al nivel del auto, y como si fuese en cámara lenta pudo ver donde el oficial realizó una maniobra para desestabilizar el automóvil y forzar a pisar el acelerador o volcarse contra el costado de la autopista. Su corazón se detuvo por un momento, y aquella boca que estaba babeando por una fantasía quedó completamente seca y buscando por aire. Aquella noche que el decía que era su momento de suerte terminó siendo el momento de su perdición. 

Mientras trataba de estabilizar su auto que perdió toda velocidad súbitamente su consciencia volvía poco a poco y lo primero que golpeó su cabeza es el pensamiento de derrota. Sabía que si hubiera hecho las cosas como se debían ahora no estaría siendo acorralado por la policía. Su sed de sangre y violencia lo llevó a cometer errores, pequeños detalles que lo convertían en un asesino silencioso ahora eran los clavos en su ataúd. 

La policía se acercaba lentamente apuntando las pistolas directamente a su frente, cordialmente le pedían que apagara la música y se bajara del vehículo. Ya todo estaba perdido, si trataba de escapar terminaría con plomo por dientes y si se rendía era como colocarse la soga al cuello. Silenció la música y le sonrió al oficial, quizá un poco de carisma lograra que saliera con una multa costosa pero no tendría que perder a su víctima ni su auto. El oficial le dijo que saliera del auto pero fue interrumpido por un sonido que provenía de la parte de atrás del auto. Quizá no era su día de suerte después de todo, probablemente escuchar a la voz de su adicción no fue tan buena decisión después de todo.

R.A.Pastor