1 de septiembre de 2012

Santuario

A puertas cerradas dentro de mi refugio personal dónde nada me lastima. Desearía que las paredes fueran reforzadas para mantener el infierno de mi diario vivir fuera de la percepción de mis sentidos. Los constantes gritos y discusiones adornan el ambiente nocturno y tiñen mi luna llena de sangre. Trato de evitar todo contacto con ese exterior que me destroza en pedazos. Pero el sufrimiento causado por aquellos tan cercanos es imposible de escapar. Me persigue hasta en mis sueños y deteriora mi mente al punto de un colapso.

Paredes de papel y palillos por puertas no son los suficientemente resistentes para mantener el dolor fuera de mi alcance. Para silenciar los gritos y lamentos muchas veces es necesario sumergirme en lo único que me ha mantenido cuerdo durante tanto tiempo. La música ha sido mi elixir desde que tengo memoria y me ha impedido entregarle mi mente a la locura.

Mi santuario se encuentra dentro de mi cabeza, donde nadie puede forzar su entrada. Un lugar donde trato de huir de todo el odio y resentimiento dentro de mi ser. Trato de bloquear mi exterior para encontrar el balance perfecto de paz y felicidad en lo profundo de mi alma. Mi lugar donde me refugio cuando siento que estoy solo y abandonado en este mundo y tan solo busco sanar mi ser.

R.A.Pastor

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