3 de septiembre de 2012

Reach Out

Engullido por la propia oscuridad que me rodea. El aire tenso y pesado dificulta la función de mis pulmones mientras trato de buscar la salida de este hueco infernal. Mi piel comienza a hiperreaccionar ante estímulos que mis sentidos antes ignoraban. El gélido ambiente eriza cada uno de mis cabellos y recorre mi cuerpo como si fuese una ventisca. Las sombras surgen del abismo para devorar mi alma y poseer cada fragmento de realidad dentro del tiempo mental.

Trato de escapar antes de ser consumido por los demonios que habitan dentro de mí ser. Peleo para permanecer a flote y tan solo buscar la luz que me mantenga fuera de mí mismo. Mi abatido cuerpo le resulta difícil dar una pelea decente. Cada cicatriz del pasado comienza a sangrar como si esa herida fuese abierta una vez más. Es simplemente un tormento que nadie puede comprender tan fácilmente, como todo el piso donde habitaba fue destrozado hasta dejarme sin cimientos para sujetarme. 

Mientras veo una luz a lo lejos simplemente emito un grito de ayuda esperando que alguien me pueda escuchar y rescatarme de mi agonía. Calor empieza a infundirse dentro de mi pecho y un sentimiento de paz es irradiado a mi corazón sabiendo que todo estará bien. La esperanza de que esos momentos de tortura se puedan acabar aunque fuese por algunos segundos era lo que mantenía a mi ensangrentado cuerpo peleando por seguir adelante. 

Para tan solo escuchar una frase dentro de mi cabeza. "Todos tienen problemas, por qué alguien te rescataría si no pueden salvarse ellos mismos?" Aunque tratara de ignorar esta frase, era completamente cierta. Al parecer mis pies fueron rellenos de plomo porque sentía que me hundía dentro de esa oscuridad. Me ahogaba dentro de mi propio dolor y lo peor de todo fue que sabía que no existía manera de escapar.

R.A.Pastor

No hay comentarios:

Publicar un comentario