4 de julio de 2014

Simple

Quiero cerrar la ventana y evitar que la luz entre al cuarto. Rayos de sol invasores que se inmiscuyen en ese cuarto tan pequeño, recordándonos que ya amaneció y es hora de continuar con nuestras vidas cotidianas. La vida está llena de muchos detalles, peculiaridades infinitas que convierten cada segundo en una experiencia única e inigualable. A veces son esos mismos detalles que le restan valor a la imagen más grande; entre más cerca te encuentres menos podrás apreciar el lienzo completo.

Son estos detalles que he preferido eliminar, simplificar mi forma de ser y disfrutar de lo más puro y esencial de la vida. Ya no me preocupo tanto por trivialidades del tiempo o del espacio. El futuro ya no tiene la misma importancia que antes, prefiero disfrutar de mi presente. Un presente que me invita a levantarme de la cama pero niego la propuesta con un sutil suspiro. Quiero quedarme un momento más acostado disfrutando de la compañía. 

Su pelo castaño claro le tapa el rostro, el cual la rescata de los invasores de luz que nos atacan tan temprano en la mañana. Aun puedo recordar su sonrisa pegada a su hermosa cara y como eso hacia brotar un sentimiento extraño dentro de mí. Yo pensaba que conocía sobre el amor y como se sentía. Ella me demostró que me encontraba totalmente equivocado. Ella eliminó muchos detalles innecesarios que complicaban el sentimiento; simplificó todo en mi vida y ahora realmente estoy muy cerca de la definición más pura de amor.

Como una taza de café viendo el atardecer o una tarde corriendo bajo la lluvia. Sin necesidad de efectos especiales o de grandes cantidades de dinero ella logró revolucionar el panorama. Ella trajo tranquilidad a un caos que parecía permanente y todo se volvió más simple. Suena increíblemente extraño, más saliendo de mi mente, pero ella logró cambiar la manera en que se ve la vida. No quiero continuar con mi día, tan solo quiero permanecer en cama junto a ella por más simple que parezca.

R.A.Pastor

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