13 de enero de 2011

Verdaderos Colores Parte Tres

"Hola" respondio ella, volviendo a ver al joven que se sentaba a su lado mientras disfrutaba de su jugo de uva. "Yo te conosco verdad? Porque me pareces familiar" dijo con una mirada inquisitiva
"Me llamo Mateo, somos companeros de clase" dijo mientras trataba de calmar sus manos que se encontraban temblando
"Soy Melissa mucho gusto"
El sonrio y ella le devolvio el gesto, luego un silencio cayo sobre el lugar como si los dos hubieran quedado sordos. Ahi se encontraban los dos tan solo el movimiento de sus pies para impulsarse un poco, las cadenas sonando al vaiven constante pero pequeno de los columpios y de vez en cuando el sonido del jugo viajando por aquella pajilla de plastico.
Todo parecia volverse mas lento, como si el reloj sintiera pereza de mover sus manecillas. El polvo parecia mas ligero que de costumbre, como si le gustara mas planear por el aire formando una nube rojiza. Una nube traslucida que bailaba a los pies de los ninos y que no parecia desaparecer.
De un momento a otro, el silencio se volvio extrano y pesado como si les molestara. Melissa hizo ademanes de empezar a empacar sus pertenencias para irse a otro lugar. El supo que este era el momento que debia actuar. No habia otra escapatoria y en su mente no existia otra oportunidad como esta. Se armo de valor y sin pensarlo las palabras salieron de su boca.
"Q-quieres ser mi novia?" dijo el, casi sin percatarse de lo que habia dicho.
Ella se detuvo por completo, como si estuviera congelada. Solto sus pertenencias y se quedo en silencio por unos cuantos segundos. Talvez los segundos mas lentos de toda su vida, en su mente parecieron minutos hasta horas. Ya era muy tarde para retractarse, el no tenia manera de como devolver sus palabras o retroceder el tiempo. El dano ya estaba hecho.
Poco a poco ella fue girando su cabeza para volver a verlo a los ojos. Talvez ella queria comprobar que esto era verdad. Con una sonrisa tan peculiar como si tuviera un aire de egocentrismo, petulancia y una pizca de arrogancia.
"Que?" dijo ella mirandolo a los ojos directamente.
El sentia que sus ojos castanos iban a perforar un hoyo en un sitio entre sus ojos. Luego lo que el menos esperaba sucedio. Ella comenzo a reirse como si fuera el mejor chiste que le hubieran contado en toda su vida. En cierto modo para ella lo era.
"NO!" Fue una respuesta clara y fuerte. "Como crees que yo seria novia de alguien como tu?" Su risa que pauso mientras ella hablaba continuo.
Cualquiera que pudo presenciar la escena, miro un evento definitivo en su formacion. Era como ver las mascaras que representan el arte teatral. Una feliz y la otra... llorando.
"Tan solo mirate, como puede ser posible que yo me fije en alguien como tu si tengo pretendientes con mejor fisico y personalidad" ella dijo mientras continuaba desgarrando el corazon de Mateo, metaforicamente hablando.
Ella tan solo continuo lo que hacia antes de que el dijera esa frase, tan solo juntaba sus pertenencias y las colocaba de nuevo en su bolso. Al terminar, tan solo lo volvio a ver una ultima vez, como si esta fuera el unico momento que quedaria impregnado en su memoria, sobre un nino tonto y su pregunta aun mas tonta. Se sentia parecido a esa ultima mirada que se da antes de partir a un lugar lejano. Su cerebro tomo una foto imaginaria. Despues de eso se levanto, se sacudio el polvo rojizo de sus zapatos, y se fue. Asi de sencillo.
Mateo se quedo un largo rato en el columpio. Las lagrimas ya no brotaban de sus ojos, pero en sus mejillas quedaron las marcas de que sucedio. Su respiracion rapida y superficial era lo unico que sonaba en ese momento. Al parecer su corazon habia muerto y ceso su labor de latir.

R.A.Pastor

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