Por último pero no menos importante voy a hablar sobre Adriana, una persona que se mantiene relativamente muy cerca de mi corazón. Ella en una ocasión formó parte de mi vida y se convirtió en una de esas mujeres que desgarraron mi ser. A pesar de todo sigo preocupándome por ella y por las idioteces que ella comete. La verdad es que cuando decidí escribir sobre ella se encontraba en una situación amorosa complicada.
Siempre se ha dicho que un encore no va a ser tan bueno como el mismo concierto, bueno esto le sucedió a Adriana cuando empezó a salir de nuevo con ese ex novio que le llamaremos Juan. Adriana y Juan se conocieron mucho antes de mi historia con ella y realmente porque terminaron son de esos datos que son completamente irrelevantes para mí. Entre mensajes y llamadas decidieron intentarlo de nuevo, darle una nueva oportunidad a esos sentimientos.
Cada uno le entregó su virginidad al otro en un acto de amor o lujuria como deseen llamarle. Luego de eso fue que los viejos problemas empezaron a surgir de nuevo. Es imposible empezar de cero con una persona con la cual se tiene una historia tan larga y complicada. Al final Adriana terminaba llorando confundida por el hecho de que Don Juan tal vez se encontraba con otra mujer y la relación no era la misma de antes.
Ella fue la primera de las tres en decidir dejar de sufrir y poner un alto en una relación dañina y tortuosa. Decidió cortar de raíz a una de las personas que más quería por el simple hecho de que ella se encuentra de primer lugar y su felicidad siempre es prioridad antes de otras personas. Fue una decisión muy difícil, más para ella que tuvo que cortar esa fuente no solo de dolor sino a la misma vez de felicidad.
Yo sinceramente me sentía muy orgulloso por ella y por el hecho de que por fin tomara el paso para decidir dejar de sufrir. Lo increíble es que duré casi dos semanas escribiendo esta entrada, pero casualmente hoy hablé con ella y resulta que salió de una relación estúpida para entrar a una mil veces peor con alguien relacionado a ella sanguíneamente. No del modo de los vampiros sino del modo de familiar. Lo cual me hace perder casi todo mi respeto por ella y me decepciona completamente.
Lo cual me lleva a mi moraleja de esta trilogía de historias. Una persona puede decidir ser infeliz por el hecho de no hacer nada para solucionar los problemas. Estúpida es aquella persona que sabe que algo le duele pero decide no realizar alguna acción al respecto. Pero sinceramente me parece más estúpida una persona que sabe lo que el dolor es y todo el sufrimiento que conlleva y después de retirarse aquella piedra que le hacía sangrar se la coloca de nuevo con la idea de que es algo diferente.
R.A.Pastor
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