4 de enero de 2012

Tres Decisiones

Cada ser humano representa un mundo distinto. Dentro de la mente de cada uno yace un universo de pensamientos y sentimientos, estos son tan complejos pero a su vez tan primitivos. Incontables como las mismas estrellas en el cielo. Entre más uno lo piense más uno logra sorprenderse, los límites del ser humano son infinitos. El libre albedrío fue otorgado a nosotros los mortales para diferenciarnos unos de los otros, nuestras acciones nos separarían de otros y las consecuencias de estas formarían nuestro carácter.

Tres mujeres viviendo en un mismo espacio, desconociendo de la existencia de la otra. Tres mundos completamente paralelos unidos por un lazo invisible por todos. En cierto modo todas se encuentran relacionadas por una sencilla palabra. Decisiones. Pero no aquellas decisiones sobre que desayunar o que ropa  vestir, sino unas que pueden determinar hasta cuando siguen lastimándose de la manera en que lo hacen.

El dolor nos acompañará en nuestras vidas hasta que decidamos ponerle un fin al sufrimiento que nos produce. Nuestro umbral del dolor seguirá recibiendo daño hasta el momento que lleguemos al límite. Un tipo de frontera que se dispara en nuestra mente y nos hace reaccionar ante una cruda realidad. 

Para terminar quiero compartir un pequeño cuento que me relataron cuando yo me encontraba en momentos de dolor. Es la historia de un hombre que llega a la sala de emergencias de un hospital, con al parecer una herida en el pie. Tenía las botas puestas todavía, pero de una de estas brotaba sangre en una cantidad considerable. Al ser atendido el doctor retira de la bota una piedra del tamaño de una canica, confundido le pregunta al paciente si sabía que tenía esta piedra dentro de su bota y el hombre le contesta que sí. Aun más confundido el doctor pregunta que si sabiendo que tenía una piedra en la bota y esta le lastimaba por qué no se la retiró el mismo. El hombre sencillamente respondió que no le dolía lo suficiente para sacarla de la bota. Como moraleja de la historia podemos ver que aunque estemos sangrando, nos duela y dificulte nuestras vidas si no nos duele lo suficiente como para hacer algo al respecto, sencillamente preferimos vivir en dolor.

R.A.Pastor

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