1 de enero de 2012

Fénix

Volví. Como un ave fénix resurjo de mis cenizas, con un nuevo plumaje multicolor, fresco y reluciente. El tiempo ha pasado y aquellas cicatrices han desaparecido de mi piel. Un proceso de sanación tortuoso y difícil. La rehabilitación de una completa destrucción ha sido como caminar sobre carbones calientes y espinas afiladas. Nadie dijo que este camino era fácil, mucho menos divertido pero es necesario para poder cerrar aquellas puertas marcadas con sangre.

Mi sed de venganza ha sido calmada y la bestia dentro de mi está calmada por primera vez en mucho tiempo. Encadenada a una piedra gigante y con los ojos vendados. Una paz interior que se emana de adentro hacia afuera. Un cierto tipo de sentimiento que sentía que desconocía, un pedazo de mi ser que creía haber perdido. Ya he encontrado eso que me permite ser yo mismo, encontré la llave de los grilletes que me mantenían sujeto a esta tierra y me impedían surcar por los cielos.

He recuperado mis alas que se encuentran fuertes y resistentes. Mis garras han crecido filosas y listas para despegar. Ya no soy el mismo de antes. Después del dolor y el sufrimiento de un proceso de recuperación que deja a cualquier alma exhausta y acabada. Muchas veces me sentí como una víctima o un mártir de situaciones fuera de mi control. En repetidas ocasiones parecía que iba a rendirme y dejarme morir en medio de ese camino árido perdido en el desierto. Yo llegué hasta el final, después de la puerta protegida por Cerberos. Bajé hasta el mismo Hades y fui consumido por el fuego eterno del infierno. Este mismo fuego fue de donde resurgí, estuve en la peor situación y volví con más fuerzas que antes. Volví para quedarme.

R.A.Pastor

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