18 de julio de 2012

Cinco Círculos del Infierno

Siento como si fuera un sueño dentro de esta realidad tan bizarra y perversa. Tengo presente que me encuentro consciente pero a la vez me siento inmerso en una pesadilla de grandes magnitudes. Se siente como a la entrada de mi propio infierno personal siendo escoltado por dos caballeros formados tan solo por esqueletos. Un infierno tan real, no como lo pintaron todas las iglesias con fuego y oscuridad. Todo lo contrario, el infierno se encuentra en nuestro mundo tan solo disfrazado por otro nombre. 

Lo interesante del infierno es que es personal para cada uno de nosotros. No hay dos iguales, sin importar que tan parecidas sean las vidas o que tan iguales sean los pecados cometidos. No es un campo de concentración donde se colocan por grupos de crímenes. Es más parecido a una prisión de máxima seguridad donde el mayor enemigo está dentro de tu cabeza. 

Resulta también que también existen diferentes estratos en este complicado pero a la vez simple cárcel. Cada uno corresponde a ese camino hacia nuestra propia penitencia. Al final, el sentido de todo esto es poder pagar aquellos pecados que hemos cometido.

El primer círculo pertenece a la negación. Ese sentimiento que entra cuando aun no comprendemos el daño que hemos cometido o peor aun no entendemos aquello que hemos perdido con el tiempo. Una completa desensibilización en contra de todos aquellos sentimientos que nos están lastimando en el momento. Un completo mecanismo de defensa creado por nuestro inconsciente para protegernos de nosotros mismos. Como decía mi abuela, ojos que no ven corazón que no siente.

En el momento que comprendemos lo sucedido y nos damos cuenta que algo está mal somos insertados a uno de los círculos más instintivos de nuestro ser. La ira, aquel sentimiento tan gutural y primitivo que muchas veces ha sido el combustible para continuar a pesar de la adversidad. Nos enojamos con el mundo, con nuestro dios y con todos aquellos que se encuentran alrededor de uno apoyando. Pero lo más importante nos enojamos con nosotros mismos.

A pesar de que es mucho más fácil echarle la culpa a otra persona, en un estado tan doloroso como este entramos en un martirio personal. Entramos al siguiente círculo donde empezamos a manipular los hechos del pasado como si se pudiese cambiar algo para no estar sufriendo. La negociación es un círculo doloroso ya que hacemos una retrospectiva de los fantasmas de aquellos momentos desperdiciados y lo único que queremos es enmendar nuestros daños.

Nos encontramos impotentes ante los eventos de la vida, el pasado es pasado y esto nos lleva al cuarto círculo. La depresión, ese sentimiento de impotencia que invade nuestro cuerpo y lo paraliza. Lo único que deseas es dejar de existir en cualquier plano posible. El cuerpo se detiene y tan solo deseas una solución rápida e indolora para esta situación. 

Mucha gente se encuentra estancada dentro de estos círculos, un infierno propio creado dentro de su cabeza. Integrándolo a su realidad, viviendo atrapados incrustados en un estado perpetuo de dolor. El quinto círculo no es nada más que la puerta a nuestra vida de felicidad, solo que no todos son capaces de divisar la salida de nuestro tormento. Un regalo que nos otorga la vida y muchos deciden rechazarla debido a que un presente doloroso representa mayor seguridad que un futuro incierto.

El quinto círculo se llama la aceptación. Un mal conveniente donde se comporta más como una prueba que como una penitencia. Aquellos que son verdaderamente fuertes para adoptar la cruda realidad que los envuelve. Todos se preguntan si el futuro traerá la solución de nuestros conflictos pero es mucho más fácil vivir en nuestra zona de confort que aventurarnos hacia lo desconocido. 

Cada círculo tiene su tiempo y no debe de forzarse, mucho menos tratar de manipular este proceso. Las personas que tratan de hacer trampa dentro de su propia mente son aquellos que más sufren ya que esto no se encuentra dentro del control humano. Todo en esta vida sucede por una razón específica, y tal vez en el momento no lo veamos. Cuando el tiempo sea correcto todo se nos será revelado.

R.A.Pastor

No hay comentarios:

Publicar un comentario