29 de junio de 2010

Sincronizacion de la vida

Esta mañana al despertarme con los dulces sonidos de mi madre gritando jamas se me ocurrió que iba a suceder lo sucedido, obviamente. Fue un dia normal como la mayoria, nuevo corte de cabello, un viaje alrededor de la ciudad y un cafe en el lugar de siempre para no perder la costumbre. Por ahí de las tres de la tarde decido devolverme a la casa ya que no me gusta andar en bus tan tarde. Mi lugar de cafe de siempre queda muy lejos de mi casa y necesito tomar dos autobuses para devolverme. Estando en el primer bus pienso que debo bajarme en uno de dos lugares para poder subirme al siguiente bus, la primera de ellas es un poco desagradable ya que es muy solo y los indigentes siempre duermen por ahi y el lugar tiene la costumbre de tener un aroma particular a indigentes, redundantemente. Por lo consecuente decido bajarme en la proxima parada para hacer la escala, para mi desafortunio en ese preciso lugar estaban reparando la calle, trabajadores bajo la lluvia escarbando por debajo el concreto. Tuve que bajarme en la siguiente parada, y vuelvo a ver hacia la calle y veo pasar mi otro bus y decido correr como estupido con los pantalones cayendose, despues de cien metros libres de produccion de acido lactico pude atrapar al bus. A los minutos escucho un grito del fondo pidiendo ayuda, era un mae y en brazos tenia a un señor casi en el piso. Estaba sufriendo de un ataque epileptico. Fue algo de cuestion de segundos, entre el momento en que lo vi y el momento que salte a ayudarlo. Como capitan de barco le decia a los demas que hacer y como moverlo. Aunque realmente se poco de convulsiones, se que lo mas importante es evitar que se ahogue. Todos nos convertimos en heroes por el momento, hasta que el chofer aviso que detras estaba otro bus que podia seguir y todos desertaron, y ahi solo quedamos una muchacha y yo, nos reusabamos a irnos hasta que la ambulancia llegara. Revisamos su billetera buscando una identificacion y pacientemente esperabamos que volviera en si. Al final el volvio a sus cabales y pudimos avisar su familia y lo acompañamos mientras llego la ambulancia. Mi punto no es ser alabado porque ayude a un señor convulsionando, sino el hablar de que la vida tiene sus propositos extraños. Fue una secuencia lineal para que yo estuviera en ese bus en ese momento con ese señor. Suena como casualidad pero talvez era parte del destino. Quien quita que una entidad poderosa esta controlando nuestras vidas, moviendo las cuerdas y jugando a ser titiritero. Quien sabe, talvez si tengamos un proposito en nuestras vidas.

R.A.Pastor

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