20 de agosto de 2011

Ríos en silencio

Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos. Eso decía mi abuela cuando nos advertía de los peligros de la naturaleza. Siempre aclaraba que con respecto a la madre tierra todo lo que es callado y silencioso es lo más peligroso. Daba el ejemplo de aquellas víboras que esperaban a su presa en calma y cuando este menos se diera cuenta con tan solo una mordida era suficiente para derribar lo que se le pusiera enfrente.

Claro mi abuela lo decía cuando yo era tan solo un niño, ahora sus palabras resuenan en mi cabeza y no solo aplican para la naturaleza. Los seres humanos nos regimos por el mismo concepto. Aquella persona que es más reservada y silenciosa es la más profunda en su forma de pensar. No es alguien quien necesite ser ruidoso para ser notado. No necesariamente significa que tiene que ser peligroso pero es una persona que piensa lo que va a decir hasta dos veces si es necesario.

Con las personas calladas son las que uno disfruta hablando de la vida, discutiendo teorías entre tertulias y tazas de café. Uno encuentra ese sabor de la vida, aquellas esencias que aromatizan la tarde y se disfrutan en los días que vienen. No existe la necesidad de tocar temas superficiales para que las personas bulliciosas entiendan. Se puede hablar del cielo y de la tierra y de todo lo que se encuentra en medio de estos. No existen límites ni barreras, tan solo hay que tener un poco de paciencia.

R.A.Pastor

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