6 de julio de 2011

Cuarto de Espejos

Como las atracciones en los carnavales te encuentras en una casa creada con espejos en las paredes. Los miles de reflejos de tu persona estampados en cada uno de los vidrios. Se siente como si estuvieras atrapado dentro de un caleidoscopio mirando ilusiones formadas por la luz. Mis ojos viendo hacia lo más profundo de mi ser, una mirada penetrando mi alma causando escalofríos a lo largo de mi piel.

Frente a mí una imagen irreal. Parecieran copias idénticas de mi mismo. El mismo estilo, ropa idéntica, iguales manierismos. Serán espejos que proyectan mi reflejo? Su color de ojos es distinto. No tienen las mismas marcas de nacimiento que poseo. La estatura varía entre los reflejos. Muevo mi dedo índice hasta mi nariz y luego a la posición original con una rapidez indescriptible. Ninguno de los reflejos logra hacer el movimiento a tiempo, todos se encontraban asombrados cuando me vieron moverme y luego concluyeron en imitarme.

Al final eso es lo único que saben hacer. Son imitadores, tristes y baratos maniquíes. No poseen imágen propia y su cerebro no puede procesar información nueva y original. Se guían en los demás para crear su personalidad. Son una patética mezcla de todo lo que les impresiona. Camino y ellos me siguen. Asesinos de su propia imaginación, caminando impunes tratando de robar la originalidad de otros.

Yo no soy un seguidor. Yo soy un líder.

R.A.Pastor

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