14 de julio de 2011

Dolor Comunitario

Mi mente se encuentra confundida en este momento, mi corazón no sabe si palpitar o tan solo dar un minuto de silencio por respeto. La noticia que acabo de recibir ha logrado un gran impacto en mi psique. Como dice el dicho "Pueblo pequeño, Infierno grande". Así es como uno se da cuenta de todo lo que sucede sin tan siquiera preguntar sobre el tema.

Me dí cuenta que aquella persona que me lastimo tanto y me convirtió en la persona fría y desalmada acaba de terminar su relación amorosa. Posiblemente se encuentre desolada y con el corazón roto. Quizá se encuentre en la misma situación en la que ella me colocó hace unos años.

Por si no lo sabían ella era el amor de mi vida, la persona que con paciencia y una sonrisa derribó todas las murallas que yo había colocado por el miedo a ser lastimado. Ella me agarraba de la mano y me hacía sentir seguro y confiado. Nada malo iba a pasar, pensaba yo. Mas incorrecto no podía estar. Eramos almas completamente diferentes que por obras del destino se juntaron. Dicen que los opuestos se atraen y tal vez este era el caso. Éramos demasiado opuestos para poder sobrevivir, tan solo era esperar para el momento de la detonación.

Ambos nos hicimos daño como si fuéramos enemigos en la Guerra Fría. Ataques psicológicos y sentimentales para herir y destajar al otro, pero la verdad es que tratando de quebrantar el alma del otro nos heríamos a nosotros mismos.

Éramos jóvenes e idiotas, y no conocíamos nada sobre la vida. Desde mi punto de vista yo fui el más lastimado, pero me atrevo a decir esto ya que desde ese último momento no nos volvimos a dirigir la palabra. Maldita sea esa última vez. Ha sido la única vez que he terminado en el piso llorando en posición fetal por una mujer. Hiperventilando hasta el punto en que tus dedos se sienten como si fueran invadidos por un batallón de hormigas. Sientes la cabeza ligera y una gran presión en el pecho. No me avergüenzo de admitirlo. Ese fue el momento decisivo en mi vida.

Ahora ella camina por el mismo trillo por el cual yo he viajado estos años. Yo conozco ese dolor y sé lo difícil que se debe de sentir. Mi mente está confundida porque no sabe que pensar. No sabe si estar feliz por obtener una venganza de segunda mano por parte del karma. No sabe si entristecerse por saber que esa persona tan especial para mí se encuentra llorando y sufriendo. Risas, llantos, sonrisas, lágrimas. Mi corazón está peor. Apenas sale de recuperarse de una ruptura casi total, muchos meses sufriendo por un fantasma que ya no se encontraba ahí. Tan solo mencionar el nombre de ella se vuelve loco.

Quiero estar ahí para ella, ayudarla en este momento tal como a mí me ayudaron. Pero ya esa no es mi posición, ni la volverá a ser nunca más. Debo ser fuerte y resistirme a la tentación. Nuestro tiempo ha pasado y tan solo es eso. Pasado.

R.A.Pastor

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