28 de mayo de 2011

Avión en picada

Momento crítico donde cada alma está implorando a sus deidades por salvación y perdón. Estamos en un avión que va de picada. La gravedad empuja tu cuerpo hacia el asiento y se te dificulta el libre movimiento. Sabes que son tus últimos segundos del viaje, últimos instantes de tu vida antes de estrellarte contra el suelo.

A tu lado está una madre con su pequeña hija menor, la abrazaba para tratar de quitarle el miedo que brotaba por los poros de la niña. En un intento desesperado ella le coloca la máscara de oxígeno a su hija y le dice que todo va a estar bien. Debido a la presión y a la hipoxia la madre queda inconsciente por falta de oxígeno.

Desacatando las órdenes que se dan al principio del vuelo, la aeromoza indica que primero se debe colocar uno mismo la mascarilla antes de colocársela a algún menor. Para poder ayudar a los demás debemos estar seguros nosotros mismos primero. De nada sirve extender la mano si no nos encontramos en un terreno estable para poder apoyarnos.

Al final la metáfora es para eso realmente. Velar por nosotros primero aunque suene egoista y feo. Nada hacemos ofreciendo ayuda cuando realmente somos nosotros los que la necesitamos.

R.A.Pastor

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